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Latido
"Mi abuela fue coplera, igual que mi madre. Mis tíos y mis tías fueron copleros también. Cómo no iba yo a llevar adentro esta necesidad de cantarle a la Pachamama para que nos dé bendiciones". Quica Avalos, amaicheña -de Los Zazos para más datos- le canta con su caja a la Pachamama casi desde que tiene memoria.
"Una vez -tendría 8 años- caminaba hacia la escuela. Para
llegar tenía que cruzar un río. Desde lejos se escuchaba
la creciente, pero no me importaba porque no quería perder ni una
clase.
Corrí. Alcancé a pasar, pero por poco. El río
se había dividido en tres brazos y al cruzar el último, tuve
que agarrarme de un árbol para que no me lleve el agua. Subida allí,
empecé a cantarle coplas a la Pachamama para agradecerle", cuenta.
Desde entonces, Quica nunca dejó de cantarle a la Madre Tierra.
La sabiduría y las tradiciones sagradas de su pueblo siguen siendo
la materia prima de sus versos. A los 64 años, y a pesar de que
una enfermedad en los riñones la obliga a permanecer parte de la
semana en la ciudad para dializarse, la coplera mantiene sus lazos con
Amaicha, adonde vuelve los viernes a buscar "un poco de vino patero y un
poco del sabor de mi tierra". La enfermedad no la detiene.
"Me preguntan si me da miedo viajar. No le temo a esa máquina
que me saca la sangre y me la vuelve a poner. Menos le temo al camino".
Aun cuando habla parece estar "copleando".
Quica Avalos ama el idioma de sus ancestros. Relata con orgullo que
cantó el Himno Nacional en quichua durante el encuentro de caciques
que se realizó en Tucumán en noviembre pasado. "En Entre
Ríos, una tierra a la que adoro, he cantado varias veces el Himno
en el idioma de mi pueblo", relata.
"No es fácil la vida en el campo", dice. "Me he criado en la
soledad y en el silencio, acompañada por mi canto y por mi caja.
La Pachamama me daba fuerzas para seguir", asegura.
El agradecimiento
A medida que se acerca febrero, el pueblo de Amaicha se prepara para
la Fiesta de la Pachamama, donde se le agradecen los dones otorgados durante
el año.
La fiesta, que dura varios días, comienza con el bautismo de
las copleras, sigue con el "topamiento" de las comadres y culmina con la
elección y coronación de la Pachamama. Las celebraciones
empezarán el sábado 2, y entre el 6 y el 10 de febrero estarán
en su apogeo. El 8, cuando se elija a la anciana que representará
a la Madre Tierra, volverá a sonar en Amaicha el grito de "Pachamama,
cusiya, cusiya" ("Madre Tierra, ayuda, ayuda").
"Cusiya, cusiya"
La Fiesta de la Pachamama comenzará el 8 de febrero, con la instalación de las "pascanas" de comidas y bebidas típicas. La coronación y acompañamiento de la Pachamama será el 10. Sin embargo, la celebración comenzará antes: el 2 de febrero se hará el "encuentro" entre gauchos y copleras; el 6 será el "bautismo" de las nuevas copleras, ceremonia que culmina con las bautizadas bañadas en vino patero, papel picado y harina. El "topamiento de las comadres" se hará el 7, y el 11 habrá un carnaval en Los Zazos.