Transcurrido el segundo día nos levantamos temprano, hacia frío, tomamos desayuno y planeamos que podíamos hacer. El nguillatun se haría al día siguiente y teniendo en cuenta que los hermanos de Santiago y Temuco aún no llegaban, les propuse a los demás peñi que fuéramos al lugar donde se construirá la represa Ralko.
Le preguntamos al Lonko cuan lejos quedaba el lugar; el nos dijo que quedaba “cerca". Al decirnos esto supusimos que quedaba "lejos," ya que ellos tienen otra forma de evaluar las distancias.
Decidimos partir como a las 10 de la mañana. A medida que transcurría la mañana iba haciendo más y más calor. Preparamos nuestras cosas, deberíamos llevar agua, el caminos era largo. Nos fuimos por el camino, pero como en ese lugar aún no se construye, tuvimos que empezar a subir cerros.
Mientras ascendíamos admirábamos el paisaje; a lo lejos se escuchaba el ruido de las maquinarias….
Sentíamos el calor, a medida que caminábamos; nos íbamos sintiendo más y más cansados. Decidimos hacer dedo, en el caso que pasara algún vehículo. Más o menos una hora después pasa un camión. Lo hacemos parar, el chofer nos dice que va a un lugar cerca de donde nos encontramos, les decimos que no importa, que nos lleve. Nos subimos al camión que nos transporta cerca de media hora, lo cual nos ahorró una larga caminata.
Proseguimos a pie, a lo lejos divisamos una gran antena. Era la señal del lugar al cual debíamos llegar. A medida que nos acercamos nos encontramos que los alrededores del camino están cercados con alambre de púa y antenas. Es una clara indicación que este lugar será transformado en un campamento para albergar a trabajadores y máquinas que se utilizarán en la construcción. Llegamos al lugar donde esta la gran antena; caminamos unos diez minutos más y llegamos al lugar donde será construida la represa.
En ese lugar había una cruz que ahora no esta. Nos subimos a una roca, empezamos a mirar el inmenso paisaje. Es una vista maravillosa, a lo lejos se divisa como un hilo de agua el río BioBio. Hacia el este la gran cordillera de los Andes y en las riveras del BioBio un gran valle. La cima más alta es la del Pehuén. El lugar y la vista nos maravilla, en silencio escuchamos el sonido del viento y de las aves.
Permanecimos alrededor de una hora y luego emprendimos el regreso al campamento.
En el camino de regreso pasamos por un colegio para comprar algo de comer. Nos atendió una profesora, que nos vendió algunos víveres y nos comento que se había enamorado del lugar. Nos contó sobre los lugares que había visitado; en especial sobre las veranadas. Pasamos por un lugar donde se vendía mote con huesillo, allí nos atendió una familia que no era pehuenche. Nos atendieron en forma muy amable, el hombre que nos atendió, nos contó de los engaños que se hacen a los pehuenches. Como en la venta de tierras se les paga un precio muy bajo, como una señora había vendido su bosque a muy bajo precio.
Continuamos nuestro camino. Caminamos alrededor de tres horas para llegar al campamento. Cuando nos íbamos acercando escuchamos el sonido del kultrun, pifilkas y gritos de afafan.
Apresuramos el paso, el sonido evidenciaba la llegada de los peñis.
Al acercarnos a la casa del Lonko vemos que se ha reunido un gran número de personas, nos unimos a ellos. Los hermanos nos dicen que la machi que llegó con los hermanos de Lumaco había entrado en trance. La machi estuvo en ese estado por largo tiempo. Cuando despierta la machi nos retiramos a comer. Mientras que, en la casa del Lonko sigue congregándose una gran cantidad de hermanos mapuches.
Transcurrida la tarde, la machi cae de nuevo en trance. Nos unimos, con gritos de afafan y hacemos purrun alrededor de un improvisado rehue que se había montado.
En la noche del día sábado se hizo una gran fogata. El cielo estaba estrellado, había luna llena; se veía todo claro; unos hermanos bailaban purrun alrededor del rehue; era una noche muy especial. Tomándonos un rico mate conversamos alrededor de la fogata. Al rato nos unimos junto a los demás y tomados de las mano bailamos purrun.
Inexplicablemente surge una situación confusa. Quizás las fuerza negativas produjeron una discusión o desacuerdos. Un gran grupo de hermanos comenzó una serie de largas e innecesarias discusiones. Entre muchos de nuestros hermanos vinieron malas vibraciones, se produjeron diferencias, discusiones y descoordinaciones, entre el Lonko y los hermanos de Santiago y Temuco.
Quizás me falta una mejor sabiduría para comprender porque se generan estos problemas. Esto causa un profundo malestar en mi persona; simplemente no podía entender lo que pasaba. Considerando que estabamos en un lugar sagrado, en la cual se debe tener el mas profundo respeto.
Al amanecer del día domingo mientras dormíamos, escuchamos el sonido del kultrun y gritos de afafan. Nos levantamos pensando que el Nhuillatun estaba empezando. Al llegar al lugar nos dice un peñi que la machi había nuevamente entrado en trance. Nos unimos a ellos.
Sin embargo, a medida que transcurre la mañana se agudizan los desentendidos entre el Lonko y los demás hermanos. Muchos hermanos alegan que están disconformes con la posición del Lonko. Nosotros conformamos un grupo de cuatro personas, entre ellos un huinca. Es una persona que sabe mucho sobre nuestra cultura, egresado de derecho y está haciendo sus tesis en derecho indígena, nos simpatizó y además comprende nuestra situación.
Al medio día preparamos almuerzo, consistió en unos tallarines y algunos jugos. Mientras almorzábamos conversamos sobre lo que podíamos hacer en la tarde. Un peñi nos dice que le habían contado sobre un lugar que se llama El Avellano y que en ese lugar hay fuentes termales. Sin pensarlo mucho decidimos partir hacia ese lugar.
Nos vamos por el camino río abajo del BioBio. Después de caminar cerca de un kilometro divisamos la Machi Kurra. Esta piedra sagrada que ha sido corrida de su lugar original, producto de la construcción del camino. A su alrededor han construido una cerca de palos blancos. En silencio nos quedamos un momento contemplando la piedra.
Cuando pasa un camión, le hacemos dedo, y de esa forma llegamos a las termas.
Las termas quedaban al lado del río Biobio. Era una sensación muy especial, estando en las pozas y viendo a nuestro lado al gran BioBio. Hasta la tarde estuvimos en las termas, alrededor de seis regresamos. El baño nos sirvió de descanso, sobre todo por la larga caminata.
Al llegar al campamento nos encontramos con que la mayoría de los hermanos provenientes de Temuco y Santiago se habían ido. Fuimos donde el Lonko a preguntar si se realizaría el nguillatun, el nos dijo que comenzará una vez llegada la noche. Varios hermanos pehuenches, unas 20 personas han arribado y se han instalado en ramadas.
Fuimos a ayudar a los demás peñis a instalar ramadas en el nguillatue. De repente escuchamos unos gritos y fuimos a ver que pasaba. En una cancha cercana se estaba realizando un torneo. Estaban jugando fútbol, escuchando música ranchera y tomando vino. En ese lugar habían mas pehuenches que en el nguillatue. Me molesto mucho esa situación.
Atardecía cuando nos fuimos del lugar.
De regreso en el campamento, en la carpa nos pusimos nuestras mantas y trarilonko y nos dirigimos al nguillatue. Se había prendido varias fogatas, se había instalado el rehue; un Pehuen (o araucaria como llaman los chilenos). Unas hermanas nos convidaron con mate y sopaipillas que estaban cocinando.
Era de noche cuando se inicio el Nguilatun. El Lonko de rodillas acompañado
de su ayudante hicieron la rogativa. Después los hombres, tomados
de las manos hicimos una ronda alrededor del rehue. Las mujeres por su
parte, hicieron lo mismo. Mientras nosotros girábamos en torno del
rehue, cuatro hermanas alrededor del rehue cantaban. Cerca de medianoche,
al terminar la ceremonia, fuimos a comer y a tomar mate. Más tarde
nos fuimos a dormir, para levantarnos tempranos al día siguiente….