La reunión comenzó como a las 12 del día, cuando poco a poco fueron llegando nuestra gente, sobre todo en la Quinta Normal que es un lugar muy frecuentado por los mapuches que llegan cada domingo, después de una larga semana de trabajo.
Se instalaron los lienzos en relación a lo que sucede tanto en el Alto del BioBio como en Lumako, se monto una exposición de fotografía mapuche, mientras se repartían volantes acerca de nuestra cultura, y los hechos que sucedía en los lugares antes mencionados.
El objetivo era recolectar ayuda para nuestros hermanos Pewenches y de Lumako como también levantar conciencia entre los demás mapuches de la importancia que significa para cada uno de nosotros el ser mapuches, de nuestra cultura, de nuestro mapudungun, que a pesar de que vivimos en la ciudad no debemos olvidarnos de lo que es nuestro.
Poco a poco empezaron a escucharse los sonidos del Kultrun, la trutruca, la pifilka, las cascawuilla, empezaba el purrun, todos con mucha alegría y fuerza danzábamos. Algunos peñis y lamieng tímidamente se acercaban, otros mas osados se integraban sin perjuicios y así crecía el grupos de hermanos que hacia purrun y afafan. Después vino el choike purrun, la danza del avestruz, fue muy emotivo ver a jóvenes y un anciano como danzaban, con mucha fuerza y destreza nuestro baile.
La emoción se apoderaba de mi al ver mis hermanos juntos, sin diferencias, una misma sangre, una sola raza, que grande es nuestra gente, compartiendo muday, tomando mate, riéndose, comiendo como lo hacían los antiguos.
Todos por una misma causa, una misma lucha, newen tuleimy pu peñi pu lamieng, Marichiheo !!!
Puekayaell.