Proyecto de Documentación Ñuke Mapu
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 Punto Final, 20 de noviembre de 1998
 
La "guerra" de Cuyinco
Por Mauricio Buendía
 
 
CUYINCO: reflejo de las contradicciones del sistema.
El frío y el viento de la tarde de Cuyinco golpeaban sin piedad los rostros cansados de los comuneros mapuche que oteaban atentos el caserío de El Alto y el bosque circundante. El mismo bosque que, horas antes, había sido escenario de un violento enfrentamiento entre miembros de la comunidad Pablo Quintriqueo y Carabineros. Una batalla más en la guerra de Cuyinco, desigual e injusta, violenta y sangrienta, como ha sido históricamente la relación del pueblo mapuche con el Estado chileno, como es la relación de las empresas forestales con las comunidades indígenas del sur del país.

La última etapa del despojo del que ha sido objeto la comunidad comenzó el 13 de octubre, cuando guardias de seguridad de la empresa Osepar, contratada por Bosques Arauco para labores de represión quemaron las casas que los comuneros habían levantado para explotar parte del bosque que les pertenece. Fueron apoyados por fuerzas de Carabineros quienes dijeron tener órdenes del juez de Letras de Lebu para incautar madera faenada por los comuneros. Esto es congruente, en apariencia, con resoluciones anteriores del mismo magistrado quien ordenó la paralización de faenas en el predio mientras se resolvía la disputa entre la Forestal y la comunidad de Cuyinco. Valga recordar que el año pasado, en un fallo inédito, la Corte de Apelaciones de Concepción se pronunció a favor de los comuneros en un largo litigio por recuperar al menos mil 650 hectáreas de las 12 mil hectáreas que originalmente les pertenecían. Sin embargo la empresa forestal, con la anuencia de Carabineros, ha continuado explotando el bosque instalando al menos siete faenas en el predio. En vista de tal situación y por el derecho histórico y legal que poseen sobre las tierras, los comuneros de Cuyinco habían resuelto trabajar el bosque, pero tal esfuerzo tuvo un abrupto y violento final el día 13 cuando un grupo de guardias premunidos de palos y armas de fuego les atacaron brutalmente aprovechando que en la comunidad se hallaba poca gente.

 

VIOLENCIA DE CARABINEROS Y GUARDIAS DE SEGURIDAD

 
MARIA Ercilia Vásquez: golpeada por guardias de la forestal Bosques Arauco, cuando trataba de recuperar unas vacas.
Como resultado de tal agresión hubo al menos siete heridos graves, dos de los cuales tuvieron que ser trasladados a hospitales del área. Carlos Domínguez sufrió una fractura de cráneo y María del Carmen Fren, una fractura de clavícula. Los enfrentamientos siguieron al día siguiente, produciéndose más lesionados, como Fernando Fren, quien sufrió contusiones múltiples y heridas en la cabeza, debiendo ser llevado de urgencia a Concepción. Los mapuche no permanecieron impávidos ante la agresión de la cual fueron objeto. Por el contrario, se resistieron con palos, boleadoras, hondas y, por sobre todo, con mucho coraje. Lo increíble es que por el hecho de defenderse, dos de ellos, Rubén Silva y Alex López, de la comunidad José Paillao de Tirúa, se encuentran detenidos acusados de agresión a Carabineros y de incendio frustrado. Parece mentira, parece una burla, pero es la cruda realidad de un conflicto acerca del cual poco se sabe y acerca del cual se ha tendido un cerco informativo para facilitar la represión y el control absoluto de la situación.

Es por eso, aseguran los comuneros, "que no sabemos a quién acudir por protección, pues son los mismos Carabineros los que nos atacan". Y los atacaron nuevamente el 24 de octubre cuando los comuneros decidieron iniciar la reposición de las casas que les habían sido quemadas. No hubo orden judicial ni contemplaciones, tan sólo violencia y brutalidad por parte de Carabineros y de la empresa Bosques Arauco cuya maquinaria fue utilizada para reprimir a los mapuche y hacerles retroceder.

 

"CIVILES NO IDENTIFICADOS"

 

El gas lacrimógeno utilizado por las fuerzas especiales de Carabineros aún hiere el aire de Cuyinco, comunidad militarizada, con presencia permanente de policías y vehículos que filman y fotografían a todo aquel que ingresa al predio. También pululan los "civiles no identificados" de siempre que se desplazan en camionetas, utilizan modernos equipos de radio y cámaras para fotografiar y amedrentar a todos aquellos que acuden a Cuyinco a expresar su solidaridad con los hermanos y hermanas que desde un rincón de su propia tierra resisten en esta desigual lucha contra la forestal y el Estado chileno. Desde una camioneta Toyota roja doble cabina, patente RL4447, estacionada en el villorrio de El Alto, que domina el fundo Cuyinco, cinco jóvenes de uniforme color beige observan los movimientos de los comuneros. Son de Inversiones A y C de Santiago (Presidente Kennedy 9001-P.2-Local 2117-Teléfono 2131097) ¿Qué hacen a 500 kilómetros de la capital? ¿Para quién trabajan? Y¿son de la Dipolcar (Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros) los civiles que se pasean por la comisaría de Los Alamos, aquellos que se movilizan en el jeep EC5624, en el Nissan rojo NK5995, en el jeep SG7719 y en la station wagon DZ9092, de propiedad de Gerardo Alvear Carrillo? ¿Por qué tal despliegue, por qué tanto temor a tan sólo una veintena de comuneros mapuche?
MANUEL Fren, lonko de la comunidad de Cuyinco.
Manuel Fren, lonko de la comunidad de Cuyinco, señala categóricamente: "Yo culpo al gobierno de lo que está sucediendo, porque no ha tenido la voluntad política de resolver esta situación que se arrastra por años. También al poder judicial, porque en el mismo instante que sostenía una conversación con Guillermo Vera, magistrado del Juzgado de Letras de Lebu, Carabineros estaban reprimiendo a mi gente". De hecho, desde la comodidad de su escritorio, el juez señaló que le era imposible retirar al contingente policial del predio, puesto que ellos estaban allí para proteger a los comuneros. Extraño concepto de protección aquel que se ejerce con bombas lacrimógenas, apaleos y pedradas. La realidad es que en Cuyinco se hallan en la indefensión total, existe un clima de inseguridad permanente producto de las provocaciones y agresiones de los guardias de seguridad y de Carabineros, del bloqueo comunicacional y de la política de aislamiento de la comunidad implementada por la policía. Tanto así, señala un joven comunero, que "han ubicado un carabinero de punto fijo en la bencinera local para que no podamos adquirir combustible. Dicen que podemos fabricar molotov, pero lo único que hacen es hacernos la vida más difícil". También indisponen a la comunidad local en contra nuestra, puesto que, si simpatizan con nosotros, les cortan el acceso a la leña que tanto necesitan. Pero, sostienen con fuerza y determinación en Cuyinco, "de aquí no nos sacará nadie. Bosques Arauco se puso al margen de la ley y ante ello nosotros aplicaremos la fuerza de las comunidades".

 

ORGANIZACION Y LUCHA MAPUCHE

 
 
CAMPAMENTO de comuneros en Cuyinco.
Es lo que han venido haciendo desde hace más de un año, organizándose y movilizándose para defender sus derechos, recibiendo además la solidaridad activa de otros mapuche, tanto de la ciudad como del campo, que se turnan para apoyar su lucha. Cuyinco no es un conflicto aislado, es tan sólo una manifestación más de la estrategia de desarrollo neoliberal implementada por la dictadura primero y por la Concertación después. Cuyinco es un pequeño cristal donde se reflejan nítidamente las contradicciones del sistema capitalista depredador.

El viento de Cuyinco es antiguo, pero se repleta de futuro con los jóvenes que acuden a defender la tierra, con la idea de construir una fuerza social que agencie los cambios en la relación entre el Estado chileno y la nación mapuche.
JUAN Manuel Muñoz: atacado por guardias que le quebraron un brazo.
Cuyinco es tierra indígena y, por lo tanto, los mapuche poseen el derecho natural a permanecer allí. Es el mismo derecho que tiene la luna a recorrer la noche y el sol a dominar el día, sin dañar a nadie, sin perturbar el equilibrio ecológico y humano. De esto nada saben las empresas forestales que siguen talando pinos y procesando la madera a pesar de la prohibición de los tribunales de paralización de faenas que teóricamente afecta a todas las partes. Tampoco saben de respeto al ser humano, pues ni mujeres, niños o ancianos se han librado del terrorismo ejercido por Bosques Arauco. Es el caso de María Ercilia Vásquez, emboscada al atardecer del 13 de octubre, cuando intentaba recuperar vacas que deambulaban atemorizadas por los continuos enfrentamientos. Trece guardias de seguridad le propinaron una golpiza a palos que la mantuvo varios días en cama y con el rostro hinchado de golpes.

En los bosques de Cuyinco se está fraguando el aniquilamiento de una comunidad valiente y digna que se enfrenta al poder económico y al Estado en la provincia de Arauco, aniquilamiento que se extiende a las comunidades pehuenche del Alto Bío-Bío, a Lumako, a Temulemu, en la precordillera de Nahuelbuta, a Didaico en la comuna de Traiguén, a todo Chile, puesto que al mapuche se le está asfixiando de pobreza, falta de tierra, modernidad, represas gigantescas y de cesantía en la ciudad.

Cuyinco es la continuación histórica de la guerra de Arauco, la violencia viene del invasor y la resistencia del pueblo mapuche. Hay que evitar una masacre y por ello, por un esencial sentido de justicia y dignidad, nuestros hermanos requieren de nuestra solidaridad

MAURICIO BUENDIA

(Texto y fotos)

Cuyinco,

Territorio mapuche