Gobierno Chileno endurece su política
anti-Mapuche
Por R. Marhiquewun
Bristol, 13 de Octubre, 1998.
¿Será posible un cambio de actitud del Gobierno
hacia los pueblos indígenas?
El Gobierno Chileno endurece su política represiva
contra el pueblo Mapuche,
redadas policíaca en varios puntos del país,
detención de 10 jovenes mapuches,
dos de ellos hospitalizados por la acción brutal
de carabineros. Ley Indígena
amenazada para dar paso a las multinacionales; conflictos
de tierras se
multiplican, resurge el caso de Lumaco y la amenaza de
la aplicación de la Ley
de Seguridad Interior del Estado.
En relación con los derechos territoriales y la
preservación de las cultura
indígenas, nuestros pueblos han estado esperando
por generaciones un cambio de
actitud de la sociedad chilena y sus autoridades. La
falta de miras y de
voluntad política para definir un proyecto político
claro y transparente sobre
los pueblos indígenas esta causando la polarización
que de seguir el curso
actual nos conducirá -como lo dice Mapulink en
su comunicado- al despeñadero,
tendencia peligrosa que no es del interes de los chilenos
ni de los mapuches
continuar agudizando. Por lo tanto se necesita tomar
medidas gubernamentales
justicieras destinadas a confrontar constructivamente
los casos que originan
este estado desafortunado en que hoy nos encontramos.
La intransigencia del
gobierno de Frei, la falta de credibilidad y la incapacidad
de generar
iniciativas, ademas de sus continuos desaciertos en lo
que se refiere a
asuntos indígenas, sólo ha empeorado la
situación, como sucedio con el manejo
de la situación de las centrales hidroeléctricas.
Por otra parte los
innumerables conflictos de tierras y la destitución
en poco más de un año de
dos directores Mapuche de la CONADI (Corporación
Nacional de Desarrollo
Indígena) por discrepar con la política
del gobierno y tratar de defender la
vigencia de la Ley Indígena, son el resultado
de esa actitud negativa del
actual gobierno. Como si todo esto fuera poco, hoy se
las emprenden contra los
estudiantes mapuches, y como en los peores tiempos de
la Dictadura Militar se
les amenaza con aplicarle la Ley de Seguridad Interior
del Estado.
Aquellos que hablan de unidad nacional, reconciliación
histórica y se olvidan
que los Mapuches también tenemos sentimientos,
son lisa y llanamente llamadas
demagógicas que carecen de toda siceridad que
debemos ignorar. Es necesario
que la sociedad chilena en su conjunto confronte crudamente
la realidad y bajo
un espírito reflexivo, esforzarse por encontrar
formulas de convivencias
duraderas. Las autoridades chilenas deben hacerse un
exámen de conciencia y
reconocer que gracias al territorio y recursos confiscado
a la nación
Mapuche hoy muchos de ellos gozan directa o indirectamente
de sus beneficios.
Las autoridades y partidos políticos deberán
acompañar su discurso con
acciones concretas, pues los mapuches estan artos de
palabrerías, de promesas
y proyectos que se anuncian a grandes titulares en los
medios de comunicación
y que nunca se concretizan. La táctica electorera
del pasado ya no tiene
asidero en nuestro pueblo, táctica que ahora pareciera
emplearse no solo
durante períodos de elecciones, si no ha pasado
a ser la norma del discurso de
aquellos que dirigen o se preparan dirigir el poder político
e institucional
de la Estado.
Las lecciones que podemos sacar del pasado reciente es
que apesar de los
esfuerzos por destruirnos económica y culturalmente
al robarnos nuestro
sustentos, la tierra y aplicarnos políticas asimilistas
destinadas a destruir
nuestra identidad nacional, los mapuches no hemos perdido
nuestra conciencia
de pueblo, por el contrario hemos mantenido, através
de generaciones, intacto
el espíritu de hermandad y solidaridad. En efecto,
cada vez que una comunidad
es agredida pasa a constituír una agresión
y preocupación de todo el pueblo
Mapuche y cuando a principios de agosto de este año,
Bernardita Calfuqueo es
brutalmente golpeda por Rolando Flores, alcalde de Lumaco
(RN) por denunciar
la discriminación racial y pedir respeto a sus
derechos profesionales, nos
dolio como si ella hubiese sido un miembro familiar cercano.
También nos queda
claro que nuestro pueblo no está dispuesto a seguir
tolerando un trato
gubernamental arrollador y degradante que se ha mantenido
inalterable desde
los tiempos de la conquista. Los tiempos han cambiado
y existe conciencia que
nosotros también tenemos derecho a la justicia
y a un trato civilizado, apesar
que ésta -hasta ahora- nos ha dejado continuamente
defraudados.
Situación actual
En relación a los últimos acontecimientos
es bueno preguntarse porqué los
Mapuches reinician las recuperaciones de terrenos en
varios puntos de la
región de la Araucanía, quizás las
declaraciones de los campesinos que el
lunes 21 de septiembre se tomaron el fundo Santa Rosa
de Colpi, en la comuna
de Traiguén, nos ilustren el porqué de
este tipo de acciones. Ellos declaran
estar: "cansados de esperar el fallo de la justicia chilena,
que de todos
modos nunca resolverá a fovor nuestro" (El Austral,
23/09/78). Esto nos
demuestra que las acciones de recuperación de
tierras, no es otra que el
resultado de una profunda frustración de nuestro
pueblo en las autoridades y
la total pérdida de confianza en la justicia chilena.
Justicia que llega
automáticamente cuando se trata de defender los
intereses de los latifundistas
y usurpadores, siempre acompañada de la fuerza
pública, dispuesta a castigar
con todo el rigor de la fuerza bruta a los Mapuche que
piden justicia. Este
triste panorama es nuevamente repetido en Concepción,
por Carabineros y
personal de la Policía Civil el 8 de octubre pasado
contra jovenes estudiantes
mapuches y huincas (chilenos no-mapuche), durante una
manifestación pacífica
en el local de CORMA (Corporación de la Madera).
Jose Llanquileo (19 años) y
Juan Pichicura (24 años), resultaron herídos
y ambos debieron ser internados
en el Hospital Regional de Concepción. El abuso
de poder, los insultos
racistas, las torturas practicadas por la polícia
chilena, contra los
mapuches, nunca son investigados, ni sus autores reprehendidos,
como sucediera
con Juan Carlos Reinao (22 años), que por su brutalidad
fuera ampliamente
difundido en Chile y en el exterior. Del total de los
detenidos aún permanece
en la carcel de Temuco el joven Anibal Salazar Huillacura
(25 años) quién
fuera detenido en Concepción el 8 de octubre pasado
y puesto a disposición del
Tribunal de la ciudad de Temuco, donde fue interrogado
por el Juez Victor
Reyes, quién intruye el caso.
Por otra parte los problemas derivados del controvertido
proyecto para la
construcción de la hidroeléctrica Ralco
en el rio Bío-Bío, las tácticas
"persuasiva" empleada por la empresa española
ENDESA para convencer a sus
habitantes abandonar sus tierras, resplandecen pateticamente
ante la opinión
pública nacional e internacional. Las acusaciones
denunciadas por los
Mapuche-Pewenche son muchas e incluye el acoso, presiones
y engaños de toda
índole, todas destinadas a obligar a los Pewenches
abandonar sus tierras
ancestrales y aceptar las promesas de permutar dichas
tierras por lugares
cordilleranos el cual permanece cubierto de nieve durante
gran parte del año.
Domingo Namuncura ex-director de la CONADI expulsado
por el Gobierno por
pronunciarse en favor de hacer prevalecer los derechos
de los pewenches y
respetar la Ley Indígena, nos aclara la situación
en una entrevista en La
Tercera en Internet (21/08/1998), afirmó que:
"luego de entrevistar a 59
indígenas que aceptaron permutar sus tierras se
llego a la conclusión de que
'un total de 40 no estaban conforme' y que su aceptación
se debío a la
interpretación de conceptos y a un claro sentimiento
de resignación". Los
Pewenches han denunciado que la empresa les aseguro que
no tenían
alternativas, que lo quieran o no, el proyecto de todas
maneras se llevará a
efecto, y de no aceptar ahora firmar los contratos, lo
perderan todo, ya que
-según ellos- el proyecto Ralco contaba con el
aval del Presidente de la
República. Este último argumento fue corroborado
continuamente mediantes
declaraciones hechas por el Primer Mandatario a los medios
de comunicación, en
la que se pronunciaba en favor de la construción
de las represas, posición que
quedara aún mas sustanciada después que
se revelara que el presidente Eduardo
Frei es uno de los accionistas del proyecto en cuestión.
Sin pretender crear la impresión que la situación
de los pueblos indígenas del
mundo sea mucho mejor a la nuestra. Sin embargo, si observamos
a los países de
Norte America, en particular a los Estados Unidos, cuya
población global
indígena representan menos que la del pueblo Mapuche.
A muchas de estas
naciones se le ha reconocido sus tratados, ejercen su
derecho a la
autodeterminación, tienen sus propios gobiernos,
instituciones educacionales,
de salud, sistemas de tarifas e impuestos, policía
propia. Además han recibido
compensación por aquellos territorios que no se
les pudo devolver y es mas
algunas ciudades le cancelan arriendo por el uso de territorios
que le siguen
ocupando… y esto sucede en el país mas poderoso
del planeta; ¿porqué?.. Poque
allí prevalecen las reglas del derecho y los gobiernos
han tenido la madures
política de honrar los compromisos contraídos
por el Estado, porque allí se
han tomado medidas destinadas a crear la integración
y reconciliación
histórica, y porque ademas existe la convicción
de que es posible que pueblos
de culturas diferentes pueden compartir un mismo suelo
en forma civilizada,
armónica y respetandose mutuamente. Situaciones
similares sucede con los
indígenas del Canadá, aborigenes de Australia,
los Mauri de Nueva Zelandia,
los Sami de los países Escandinavos, por nombrar
algunos.
Sobre el inicio del uso de la legislación chilena
para la recuperación de
territorios mapuches, ilegalmente confiscado por el Estado,
el abogado mapuche
José Lincoqueo ha repetido en varias ocasiones
que en lo que tiene que ver con
los conflictos de tierra, "el juicio es contra el Estado
de Chile", porque fue
el Estado quién ilegalmente confisco nuestro territorio,
asunto que en
terminos legales deberá juzgarse bajo esos terminos.
En efecto, el 11 de junio
de 1997 el abogado Lincoqueo interpuso una demanda contra
el Estado Chileno
ante el 13 Juzgado Civil de Santiago, en representación
de la comunidad
Mapuche-Pewenche "Paillao Colcuma" de la comuna de Tirúa,
provincia de Arauco,
para que se le restituya 26 mil hectareas usurpadas y
que hoy obran en poder
de empresas forestales, entre ellas la Forestal Mininco.
Los argumentos se
fundamentan con antecedentes históricos y con
el respaldo del Parlamento de
Negrete, celebrado en 1803 entre la nación Mapuche
y la Corona Española, antes
de la creación Estado Chileno. De parte del Gobierno
Chileno, el juicio está
representado por el "Consejo de Defensa del Estado",
y de la Forestal Mininco.
Este juicio constituye un hecho sin precedente en la
história judicial
chilena, los resultados estan por verse y cuyo veredicto
marcará el inicio de
una nueva etapa en la larga lucha del pueblo Mapuche
en la recuperación de su
territorio ancestral.
El pueblo Mapuche no esta solo.
Nuestro pueblo Mapuche forma parte de un sector importante
de la humanidad; de
acuerdo a las cífras que se manejan a nivel de
ONU, los pueblos indígenas
representan mas de 300 millones en el mundo, según
los pueblos indígenas y la
UNPO (Organización de Naciones y Pueblos No-representados)
éstos serían mas de
600 millones. Cualquiera sea el número y el estatus
que se le quiera dar, ya
que algunos pueblos -como el Mapuche- no estan reconocido
constitucionalmente,
por lo tanto son técnicamente inexistentes. Lo
cierto es que con o sin
reconocimiento constitucional estos pueblos son una realidad,
y hoy emergen en
todos los rincones del planeta. Son los pueblos que hoy
luchan por los mas
nobles ideales, valores y principios universalmente reconocidos
en la que se
funda la civilización occidental y cristiana,
luchan por justicia, libertad,
el derecho a vivir en sus territorios ancestrales, son
lo que luchan contra el
racismo y la intolerancia y por el reconocimiento a la
diversidad cultural.
Son aquellos pueblos que estan en la trinchera de fuego
contra las incursiones
desvastadoras de las trasnacionales, son los que defienden
los bosques
tropicales, el rain forests de la amazonía, las
Filipinas o Indonesia. Son
esos pueblos que en la cumbre de Río de 1992 se
les reconocio su contribución
a la civilización, como se estipula en la Agenda
21, por el aporte que hacen a
la humanidad, porque son ellos los que por generaciones
han desarrollado un
sistema de vida sustantable, armónico con la tierra
y la naturaleza. Hoy
preocupación del orden del día, de todos
aquellos que desean mantener el
balance y diversidad ecológica, así como
el futuro del planeta y de sus
habitantes.
El pueblo Mapuche, al igual que otros pueblos indígenas
del mundo, no estan
solos, los pueblos indígenas en Chile y Argentina
cuentan con un creciente
apoyo moral de los mas diversos sectores sociales y político
del país, en la
que no estan excluídos los chilenos y mapuches
que viven en el exterior. Hoy
son numerosas las personas que se suscriben a la necesidad
de crear una
sociedad mas equitativa y verdaderamente democrática,
en particular aquellos
que luchan junto a los pueblos indígenas por conservar
el medio ambiente y los
eco sistema interrumpidos por la acción de las
multinacionales, aquellos que
cuestionan el modelo económico y el desarrollo
descontrolado de proyectos, en
la que todo se justifica en nombre del "bien comun" o
"interes nacional", en
desmedro de los intereses y derechos de los pueblos indígenas
y de la propia
institucionalidad legal. Son aquellos que protestan,
y junto a los Mapuche-
Pewenche levantan sus voces contra la construcción
de las represas
hidroeléctricas en la región del Alto Bío
Bío.
Esta corriente ascendente de voces chilenas recibio el
7 de octubre pasado un
importante reconocimiento de la comunidad internacional
al ser uno de estos
grupos galardoneado con el Premio Novel Alternativo (premios
"Right Livelihood
Awards"). A Juan Pablo Orrego presidente del GABB (Grupo
de Acción por el
Bío-Bío) le fué conferido dicho
premio y con ello se le reconoce el porte que
ha hecho al país y la humanidad en la defensa
del medio ambiente. Con este
reconocimiento internacional también se pone de
manifiesto la justeza de su
lucha y barre con la propaganda de aquellos individuos
interesados y la prensa
que quisieron denigrar sus postulados, al tildarlos de
"ecoterroristas" o
"extremistas". Las actividades de este grupo y otros
organismos chilenos, son
sin duda un aporte significativo para apelar a la conciencia
nacional sobre
los problemas del medio ambiente y en la creación
de un debate constructivo en
la sociedad, al mismo tiempo que advertir los efectos
adversos para la
comunidades indígenas y el medio ambiente que
tiene la implementación de
ciertos proyectos de desarrollos, hoy en ejecución
en Chile.
También es alentador constatar que un número
creciente de chilenos reconocen
que existe una deuda histórica con los pueblos
indígenas que el Estado debe
reparar, y aquellos que se esfuerzan en crear condiciones
destinadas a
construír un Chile multiétnico y multicultural,
bases sólidas que, sin dudas,
contribuiran al proceso de democratización de
la sociedad chilena y crear
pautas de una verdadera reconciliación histórica
con los originales habitantes
del país.
Para concluir y en relación a la ola represiva
gubernamental de estos últimos
días, nuestro pueblo Mapuche, sus organizaciones,
y junto aquellos chilenos
que luchan por construir un país mas justo y equitativo
para todos, deberemos
unir nuestros esfuerzos, responder y explorar formas
de defensa activa pero no
violentas, con miras a cambiar los métodos anti-indígenas
del actual gobierno
y prevenir un estadillo indígena con consecuencias
inprevisible para la
tranquilidad del país.
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