(1) Toda esta primera parte del relato, y en modo particular el concepto de un wenumapu primordial poblado por espíritus luminosos que se distinguen por sus colores, ha sido recogida personalmente en las islas Chauques y, en particular, deriva de unas largas conversaciones habidas en 1990 con un machi de Metahue (isla de Butachauque).(2) Rüme fuchá kuifi: mucho más antes que cualquiera cosa. (Rif. Hugo Carrasco, “La lógica del mito mapuche”, en Estudios Filológicos, n. 25, Universidad Austral de Chile, Valdivia 1990.
(3) Lafkén: grande estensión de agua, mar, laguna.
(4) Mawida: montaña, foresta.
(5) Wenumapu: tierra celestial.
(6) Ankawenu: cielo, lugar donde están las nubes y los vientos.
(7) Kimche: hombre sabio.
(8) Inandomo: esposa preferida.
(9) La idea del matrimonio entre Antü y Küyén no encuentra difusión generalizada entre todos los mapuches: el presente relato se mantiene fiel a la tradición recopilada en la islas Chauques, que corresponde, y non sólo en sus líneas más generales, a aquella propia en toda el área de Neuquén. Sin embargo también en muchos epew mapuches de la VIII y IX Región chilena aparece la pareja Antü-Küyén y, de vez en cuando, se le atribuye el rol de progenitores de toda la humanidad: éste último concepto parece extraño a la cultura propiamente mapuche y pudiera ser derivado de influencias incas, tanto anteriores a la conquista española, cuanto de la época colonial, sobre todo de su primera parte, cuando al lado de las tropas castellanas habían numerosos aliados de étnia quechua.
(10) Pukém: invierno.
(11) La idea que en los tiempos más antiguos hubo una grande batalla entre los pillán está muy difundida en todo el mundo mapuche y no parece derivar de influencias cristianas. Sin embargo las razones y las modalidades de la batalla cambian constantemente de área en área y en algunos casos se habla de una pluralidad de enfrentamientos, cuya motivación es muy a menudo aquella de castigar a los hombres por haber infringido al admapu.
(12) La tradición según la cual Peripillán se opuso a los otros pillán es propia del área del golfo de Ancud y de Llanquihue, donde se identifica Peripillán con el Volcán Osorno. En la mayoría de las versiones escuchadas, Peripillán se opone a Nguenechén, al cual se le atribuye el rol de verdadero dios mientras a los pillán se le atribuye aquello de espíritus subordinados (ángeles): pero esta imagen nos parece derivada de la influencia de la actividad misionera y de la difusión del relato bíblico entre los mapuches. En los relatos del área de Neuquén, generalmente los pillán se oponen a Antü, al cual se le atribuyen las características propias de Ngenechén y, sobre todo, de Elche (creador de los hombres).
(13) La idea según la cual la motivación de la lucha entre Antü y Peripillán fue la envidia por su luminosidad ha sido sugerida por el machi de Metahue citado en la nota 2.
(14) Purún: baile.
(15) Kultrunfe: quiens tocan el pequeño tamboril llamado kultrún.
(16) Admapu: el conjunto de las tradiciones.
(17) Mapu: territorio, nación.
(18) Minchenmapu: tierras subterráneas, donde viven los brujos y los espíritus sin ánima (wekufe).
(19) Fuchá: grande, viejo, antiguo.
(20) Kusé: vieja, antigua.
(21) Wentru: hombre.
(22) Domo: mujer.
(23) Chaw: padre.
(24) Ñuke: madre.
(25) Fotüm: hijo hombre referido a su padre.
(26) Püñéñ: hijo hombre o mujer referido a su madre.
(27) Fotümwén: el hijo con su propio padre.
(28) Püñeñwén: la hija con su propia madre.
(29) Texto recopilado por Bertha Koessler (1954) y publicado por C. A. Fernández (1995), acá reproducido con algunas adaptaciones, necesarias para garantizar la coherencia global.
(30) Se vea también en Hugo Carrasco, “Trentren y Kaikai: segundo nacimiento en la cultura mapuche”, en Estudios Filológicos, n. 21, Universidad Austral de Chile, Valdivia 1986
(31) Puelmapu: este.
(32) Lafkennmapu: oeste.
(33) Afmapu: extremos límites de las tierras conocidas y pobladas.
(34) Esta parte del relato corresponde a las versiones recogidas en las islas Chauqes, pero es común a numerosas otras escuchadas en el área de Llanquihue.
(35) V. nota 34.
(36) En el área de Neuquén es viva la tradición según la cual las dos culebras son hijos de los pillán, aunque en algunos casos se les considera a las dos como hijos de Antü. En las islas Chauques solamente encontré una versión que atribuye a Peripillán la paternidad de Kaikaivilú (nombre williche de Koykoyfilú), sin alguna indicación acerca de la proveniencia de Tentenvilú. También en éste caso, hemos utilizado el relato recopilado por Bertha Koessler (v. nota 29), con las necesarias adaptaciones.
(37) Wekufe: espíritu sin ánima (generalmente maligno).
(38) Laftrache: enano.
(39) Este capítulo corresponde al relato de un machi en Metahue (isla de Butachauque), recopilado personalmente en 1990, pero en nuestra versión Elche ha substituido Ngenechén (equivalente a Antü), que aparecía en la versión original. Esta substitución se hizo necesaria para restituir coherencia al texto global y es congruente con algunos fragmentos de versiones que parecen ser muy antiguas y que he escuchado de parte de huilliches del área de Valdivia-Osorno, los cuales se refierían al “dios que creó a los hombres”.
(40) Una versión parecida ha sido recogida por R. Fritz y M. Contreras en Villarica, como refieren en “El origen del mundo y del hombre en relatos orales de la cultura mapuche”, en Actas de Lengua y Literatura Mapuche, n. 3, Temuco, 1989.
(41) R. Fritz y M. Contreras en Villarica en “El origen del mundo y del hombre en relatos orales de la cultura mapuche” refieren un versioón parecida donde es la primera mujer que comanda que vengan la Luna, las estrellas y por fin el sol para alumbrar su creación.
(42) Mañke: condor.
(43) Pangi: puma.
(44) Choike: avestruz.
(45) Nawel: tigre.
(46) Lwan: guanaco.
(47) Ngurü: zorro.
(48) Ñamku: águila.
(49) Wala: palmípedo lacustre.
(50) Kawkaw: gaviota.
(51) Chori: langosta marina.
(52) Wilki: zorzal.
(53) Wiña: pequeño felino maculado, parecido al leopardo.
(54) Dewü: ratón.
(55) Lame: lobo marino.
(56) Kerew: tordo.
(57) Pingüike: murciélago.
(58) A la unión entre las hijas de la primera pareja y los animales se refiere también Hugo Carrasco en “Trentren y Kaikai: segundo nacimiento en la cultura mapuche”, en Estudios Filológicos, n. 21, Universidad Austral de Chile, Valdivia 1986, citando Sperata de Saunière.
(59) Todos los linajes que se citan son propios del área huilliche, donde se ha recogido esta versión. Probablemente en otras áreas se citarán linajes diferentes.
(60) Lituche: pueblo primordial, originario.
(61) Se trata de uno de los elementos más interesantes de todo el relato. Nuestra versión sigue cuanto recopilado en Metahue (isla de Butachauque), pero en sus aspectos generales, textos similares han sido recopilados en distintos lugares del área huilliche, sobre todo en el archipiélago chilote. Al contrario, el concepto de cultivo = culpa parece ausente en el área más propiamente mapuche. Esta divergencia puede tener dos explicaciones, sin que éstas tengan que excluírse reciprocamente. La primera es que en el mundo mapuche el concepto de “cultivo” es radicado y plenamente aceptado y, por lo tanto, ya no puede ser vivido como culpa, mientras que en el área chilota el atraso cultural y las condiciones climáticas han mantenido hasta tiempos más recientes la importancia predominante de la recolección sobre cualquiera otra forma de sustentamento. La segunda es que haya habido una influencia importante del mito presente en las poblaciones kawéskar y que trata de la culpa de las mujeres (haber violado un tabú) y del castigo que consiste en la matanza de todas aquellas que tienen edad para engendrar. El presente relato introduce estos elementos por ser muy coherentes con el texto global y por su gran interés antropológico, pues ilustran claramente el conflicto cultural profundo que se produce en una sociedad cuando se pasa de una economía basada en la recolección (con neto predominio del hombre sobre la mujer), a otra basada en las actividades agrícolas (donde las mujeres generalmente asumen un rol muy importante).
(62) Ngillatún: rogativa, ritual sagrado.
(63) Pillán toki: hacha de piedra con propiedades mágicas.
(64) Chelkura: piedra con forma de hombre.
(65) Este capítulo corresponde a una versión recogida en Huillinco en los años '50, pero hasta los años '70 era bastante conocida en todo el ámbito chilote: sin embargo actualmente parece quedar poca memoria de la misma.
(66) Pichiche: niñito chico, recién nacido.
(67) La memoria de una mujer mítica que tuvo mellizos albinos y que tuvieron que ser sacrificados es presente en todo el mundo mapuche.
(68) Pichi domo: niñita.
(69) Este parágrafo y los que siguen corresponden casi literalmente al relato “Kalfütral” recopilado por Bertha Koessler en 1954 y publicado por César A. Fernandez (1995).
(70) Machi: chamán, curandero.
(71) Mawidanche: pueblo de la montaña.
(72) Hay dos cerros con este nombre al sureste de San Martín de los Andes.
(73) Kallfü: azul.
(74) Füchawitranche: gigante (füchá: grande; witrán: extraño; che: gente).
(75) Lonko: jefe.
(76) Imbunche: ser monstruoso creado deformando un neonato con artes mágicas.
(77) Karekaré: gallináceo del cual se ha perdido memoria.
(78) Este parágrafo y los que siguen y que relatan del primer cataclismo que arrasó el mapu se atienen en gran parte al relato narrado en 1967 por Rufina Santul de Quila Quila (Neuquén) y publicado por César A. Fernández (1995).
(79) Paweldún: que produce hinchazón.
(80) La descripción del Thrauco corresponde a cuanto nos relataron en 1970 en Chequián (isla Quinchao), y corresponde a la visión tradicional que se tiene en Chiloé acerca de este personaje.
(81) Pewén: araucaria.
(82) Wiñi: lana.
(83) Malén: jovencita.
(84) Ruka: cabaña.
(85) También este capítulo corresponde fielmente a cuanto nos relataron en Chequián (v. nota precedente), pero corresponde rigurosamente a la tradición presente en todo el archipiélago chilote: la única diferencia es relativa a los nombres geográficos, pues son numerosos los lugares donde se sostiene que es allí que había nacido la hija del Thrauco.
(86) Werkén: mensajero, ambajador.
(87) Lita: bandeja de mimbre.
(88) La descripción de la batalla entre Tretrenfilú y Koykoyfilú corresponde a la tradición chilota.
(89) Hubo un tiempo muy antiguo, cuando el desorden se impuso, entonces el mar se salió de su álveo, sí, el mar se salió de su álveo: en esos tiempos ya vivían Koykoy y Trentren. Así cuentan los antiguos mapuches: “cuando Koykoy grita, es porque todos vamos a desaparecer; pero si grita más fuerte Trentren, entonces vamos a sobrevivir”. Las aguas salieron de su álveo, el mar salió de su álveo: viendo como subían las aguas y con cuanto ruido se subían, una vieja machi celebró su rogativa. Sin embargo las aguas subían. Entonces hubo un grito: “¡la culebra!”. Se salió y arrancó todo, también los grandes eucaliptus: arrancaba los árboles más grande y no cesaba de rugir. Entonces las aguas subieron y llegaron donde se encontraba Trentren. Alguien buscó refugio en una alta montaña con dos cumbres apareadas; alguien subió y vió que allí podía salvarse, y todos subieron y allí imploraban: entonces las aguas no alcanzaron la cumbre de esa montaña. Sin embargo se oyó despacio el grito de Koykoy: “¡Ay! ¿Qué hacer? Nada, pues esa culebra ¡es un wekufe!”. Todos se acercaron los unos a los otros. Nuevamente gritó despacito Koykoy, pero luego gritó Trentren, y entonces cuando él gritó todos los que estaban dijeron: “¡Ay! por fin tú estás, espíritu universal: sobreviviremos!”. (Texto adaptado de Pentukún, 5-1996 y traducido por A. Trivero).
(90) Sumpall o sumpalwe: ser acuático mitad hombre y mitad pez que vive en los ríos y en las lagunas, generalmente con función protectora.
(91) Mankial: ser humano convertido en piedra (a veces, también cumple con la función de proteger el lugar donde se encuentra).
(92) En algunas versiones del ngütram se se salva una sola pareja y en otras un solo hombre o una sola mujer, que se reproducen uniéndose a los animales. En fin hay otras versiones en la cual se relata que los hombres convertidos en sumpall y en mankian, aunque no logren recuperar su forma humana, sin embargo logran engravidar la pocas mujeres (o la única) que han sobrevivido al diluvio.
(93) Kawel: delfín.
(94) Tradición recogida en Tenaún, que relacionan la leyenda chilota del Caleuche, de origen tardo colonial, con la memoria de un precedente vivencia del Kawelche.
(95) V. nota anterior.
(96) Se trata del volcán Osorno que, verosímilmente, antiguamente se llamaba Peripillán.
(97) Mankial: hombre convertido en piedra por voluntad de los espíritus para castigarlo por alguna afrenta cometida.
(98) También éste capítulo es fiel al texto recopilado en Metahue (isla de Butachauque), pero corresponde a la tradición presente en todo el área de Llanquihue y Chiloé: la memoria de Likarayén sigue siendo muy viva, como demuestra la frecuencia con que aparece este nombre en diferentes contextos.
(99) Pudú: venado.
(100) Wala: pájaro acuático de color negro.
(101) Trutruka: trompeta de caña.
(102) Kultrún: tamboril.
(103) En este capítulo el texto recogido en Metahue ha sido integrado por otras tradiciones propias del área de Osorno.
(104) Pewü: primavera.
(105) Hugo Carrasco en “La lógica del mito mapuche”.
(106) Stith Thompson en “Motif-Index of Folk Literature”, 6 voll., Ed. Indiana University Press, Bloomington 1955-1958
(107) M. E. Grebe, J. Fernández y C. Fiedler, “Kai-kai y Trentren: análisis estructural de un grupo de mitos mapuches”, Acta Psiquiátrica y Psicológica para América Latina, Buenos Aires 1971
(108) N. Aravena, “El relato mítico mapuche en comunidades de la Octava y Novena Región”, 1983
(109) H. Carrasco en “Trentren y Kaikai: segundo nacimiento en la cultura mapuche” (1986) coloca en forma de secuencia unitaria cuatro relatos recopilados por Sperata de Saunière y por B. Koessler-Ilg, tesis que reafirma con ulteriores argumentos en “Un mito anterior a Trentren y Kaikai” (1988).
(110) R. Fritz y M. Contretars en “El origen del mundo y del hombre en relatos orales de la cultura mapuche” (1989).
(111) Sperata de Saunière en “Cuentos populares araucanos y chilenos”.
(112) Winka: extranjero, occidental.
(113) Ngenpín: sacerdote (literalmente, aquel que posee la palabra verdadera).
(114) Se vea A. M. Bacigalupo, Variación del rol de machi dentro de la cultura mapuche: tipología geográfica, adaptiva e iniciática, en “Revista Chilena de Antropología”.