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Después de un año de preparación, el Programa de desarrollo integral de comunidades indígenas, BID, que será implementado en 22 comunas de la región, comenzará a funcionar en febrero. La iniciativa potenciará las áreas de educación, salud, desarrollo productivo y tratamiento de las comunidades indígenas durante los próximos seis años.
Felipe Ortega, secretario ejecutivo del programa, frente a los cuestionamientos de la inversión efectuados por el diputado Eugenio Tuma, estimó que existe falta de información por parte del parlamentario.
"Esta iniciativa obedece a dos propósitos
generales. Uno de ellos es mejorar las condiciones de vida de las comunidades
indígenas, pero también es importante el trabajo con el Estado,
de tal manera de mejorar las capacidades y las respuestas que éste
entrega tradicionalmente a través de sus políticas públicas
a las comunidades indígenas", dijo Ortega.
TRABAJO
Lo anterior, explicó el secretario ejecutivo, implica un trabajo con los funcionarios públicos, en la línea de fortalecimiento institucional, una variable que ha sido una de las más criticadas por las comunidades. "Este ítem permitirá tener funcionarios más capacitados, más sensibilizados, mejor dispuestos y con mayores conocimientos para atender de la mejor manera la demanda del mundo indígena".
El objetivo, dijo Ortega, es que una vez que finalice este programa, el aparato estatal continúe con la forma de operar que se adoptará durante el proceso de seis años que considera la iniciativa.
"Otra cosa que señaló el diputado
Tuma durante su conferencia fue que este programa consideraba sólo
un crédito BID y que no había aporte nacional, lo cual no
es efectivo, ya que considera un 60 por ciento de inversión del
Banco Interamericano de Desarrollo (80 millones de dólares) y un
40 por ciento de aporte del Estado de Chile (53 millones de dólares),
sumando 133 millones de dólares para esta iniciativa".
BENEFICIADOS
"En esta región se beneficiará, en una primera etapa, entre 300 a 400 comunidades. El programa considera dos etapas, de tres años cada una, donde se beneficiará a 600 comunidades a nivel nacional, lo que significa que más del 50 por ciento de los dineros del programa nacional van a quedar aquí".
Ortega explicó que, en términos de recursos, es difícil hacer una estimación de la cantidad exacta de dinero que se destinará a La Araucanía, ya que una de las características centrales de esta iniciativa, es que actuará conforme a la demanda de las propias comunidades.
"Se invertirá en los proyectos que las propias
comunidades indígenas quieran que se invierta. Eso marca una diferencia
con lo que ha sido la tradicional forma de operar del Estado. No vamos
a llegar con un paquete armado, sino que nuestra acción va a ser
de acercamiento con las comunidades, identificar sus necesidades y construir
con ellas las respuestas adecuadas".
SELECCION DE
COMUNIDADES
Frente al criterio de selección de las comunidades, Ortega afirmó que aún no están identificadas la totalidad de las comunidades indígenas que integrarán el proyecto.
"Vamos a considerar comunidades indígenas en situación de pobreza, cantidad de comunidades en las respectivas comunas, nivel de ingresos, nivel de organización, territorialidad, un conjunto de factores que van a permitir manejar variables transversales que permitirán concentrar los esfuerzos".
El secretario ejecutivo informó además que, uno de los sectores de la región que recibirá mayor apoyo, es el sector del lago Budi, debido a las características del entorno, al número de comunidades indígenas existentes en el lugar y a la situación socioeconómica que existe en estas agrupaciones.