Año LXXXVI
- Nro. 31.067 - Miércoles
13 de febrero de 2002
Informe sobre conflicto mapuche
Zonas
en conflicto
Forestal
Mininco:
-Contulmo:
disputa por 200 hectáreas.
-Traiguén:
problemas con las comunidades de Temulemu y Pantano.
-Collipulli:
diferencias con mapuches del Fundo Santa Ema.
Forestal
Bosques Arauco
-Los
Alamos: disputa por mil 650 hectáreas en Cuyinco.
-Tirúa:
25 mil hectáreas compartidas con Forestal Mininco, Volterra
y particulares.
-Cañete:
5 mil hectáreas compartidas con particulares.
-Arauco:
4 mil 250 hectáreas.
Endesa:
-Ralco:
disputas de la empresa con familias pehuenches, por tierras del
Alto Bío Bío en las que se proyecta construir una
empresa.
-Celulosa
Arauco:
-Mehuín:
pescadores artesanales y mapuches se oponen a construcción
de una planta de celulosa.
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SANTIAGO .- Antecedentes sobre el
conflicto mapuche y sus implicancias tanto a nivel nacional como internacional,
maneja el Ministerio del Interior y en este informe se da cuenta de la
complejidad del tema, que mantiene en tensión a zonas de la Octava
y Novena Regiones y que por estos días, tras el secuestro de Washington
Olivetto, ha levantado la hipótesis de una posible vinculación
de las organizaciones indígenas con movimientos subversivos.
El documento establece las zonas
en conflicto y pormenoriza las miles de hectáreas que hasta ahora
son reivindicadas por las comunidades mapuches como suyas. Además
revela el "intercambio de experiencias con otros grupos antisistémicos"
y a la vez explica el cuestionamiento al Estado-Nación que hacen
los pueblos originarios.
El estudio no plantea ninguna tésis
política para enfrentar el problema, sino que sólo constata
el origen, las redes de respaldo y la organización que tiene este
fenómeno social y político.
PARADIGMAS CULTURALES
El documento señala textualmente:
"Es sabido que en la actualidad el
mundo experimenta una crisis de los paradigmas culturales que dieron sentido
al pensamiento durante los últimos siglos. Las ideologías,
instituciones y actores políticos están siendo cuestionadas
en vastos sectores del mundo. De la misma manera, las clases sociales y
los tradicionales actores sociales -proletariado, explotados- se encuentran
en un proceso de transición hacia un nuevo tipo de actor social.
Este nuevo tipo de actor se expresa en términos de crítica
tanto cultural como social. Se nuclea en torno a objetivos de autogestión
y de una marcada identificación con sus raíces culturales.
Poseen una clara voluntad de dejar de ser la materia prima para la acción
política o ideológica de los partidos políticos tradicionales
y pasar a ser productores de su propio sentido.
"Ejemplo de ello son las luchas protagonizadas
por minorías étnicas, grupos nacionalistas, tribales, ecologistas
y grupos marginales de diverso tipo (movimientos indigenistas, punk, homosexuales,
insumisos, okupas, entre otros). Junto con la crisis de los paradigmas
se encuentra la crisis del modelo político hegemónico de
la modernidad: el Estado Nacional. En este punto se inserta la problemática
de la territorialidad y la autonomía.
Añade que "el mundo experimenta
un proceso de globalización que ha facilitado la comunicación
entre los pueblos, la uniformidad de los efectos de las crisis mencionadas,
la interacción de culturas, estilos de vida e identidades diferentes,
intercambio de información y métodos de acción política.
Esto se refleja en la incorporación en la agenda de organizaciones
internacionales de sectores anteriormente marginados de estas instancias:
Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribus; incorporación
dentro de la Asamblea de Derechos Humanos de la ONU del tema indígena
y la promulgación de leyes que discriminan positivamente a los pueblos
originarios (Canadá, Nueva Zelandia, Australia, EE.UU., entre otros).
ACTOR EMERGENTE
"El escenario mundial ha influido
claramente en Latinoamérica: la crisis del paradigma marxista ha
dado lugar al desarrollo de un pensamiento propio que se ha expresado en
movimientos indígenas, de campesinos, marginales urbanos y ecologistas.
El movimiento indígena latinoamericano aparece con una gran proyección
política para las próximas décadas. Este actor emergente
ha iniciado una nueva forma de práctica en los últimos años.
"Ejemplo de ello son: la Confederación
de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) organizó
tres levantamientos masivos pacíficos en 1990, 1993 y 2000 (el último
provocó la caída del presidente de la Nación); durante
1992, indígenas en todos los países realizaron protestas
por la celebración de los 500 años de la conquista española
(incluyendo un ciclo de ocupaciones tierra en Chile por parte del Consejo
de Todas las Tierras); el 1 de enero de 1994 comenzó el levantamiento
zapatista en Chiapas, dirigido por el Comité Clandestino Indígena
(con un representante de cada etnia indígena de la zona). También
debe incluirse el ascendente protagonismo de las etnias en el escenario
político de Bolivia, Guatemala, Brasil, Chile, entre otros. En la
década de los 60 y 70 el enfoque de la modernización compitió
con la visión marxista, como una guía revolucionaria para
la acción y la transformación histórica. Generalmente,
los diferentes grupos (comunistas, maoístas, castristas, etc.) invitaban
a estos pueblos a desprenderse de sus identidades étnicas para incorporarse
a la lucha de clases como campesinos pobres y explotados. Los intelectuales
indígenas reconocían que la visión marxista ortodoxa
del problema indígena no era muy distinta del enfoque de la modernización.
Algunos rechazaron ambos enfoques por considerarlos producto del occidente
colonizador.
"FUEGO CRUZADO"
"El escepticismo indígena
aumentó al ver que algunos grupos indígenas se encontraron
literalmente entre el fuego cruzado de las guerrillas de izquierda y los
ejércitos represores de los gobiernos latinoamericanos (Bolivia,
Colombia, Guatemala, Perú) durante los años setenta y ochenta.
"De esta manera se estaría
configurando una ideología indianista como una alternativa al vacío
ideológico (en lo que a pueblos indígenas se refiere) de
las principales filosofías políticas, tanto liberales como
marxistas. Si bien aún es difícil hablar de una ideología
indígena acabada, estructurada y coherente, existen temas e hilos
conductores comunes que persisten y reaparecen en las diferentes corrientes
del indianismo: definición y status legal, derecho a la tierra,
identidad cultural, organización social y costumbre jurídica
y participación política. Por otra parte, en Latinoamérica
existen varias organizaciones que coordinan el trabajo de los diferentes
grupos indígenas del continente.
NUEVA INTELECTUALIDAD
"A raíz del golpe militar
muchos mapuches exiliados empezaron a tener acceso a la discusión
sobre la crisis de los paradigmas, los cuestionamiento al Estado-Nación
y acerca de la globalización. Algunos de ellos se convirtieron en
investigadores o profesores en importantes universidades en Europa y Estados
Unidos (Jorge Calbucura, en Suecia, José Marimán, en Estados
Unidos, Luis Llanquilef, en Francia). De la misma forma, luego del retorno
a la democracia, numerosos mapuches tuvieron acceso a universidades chilenas;
este contingente está generando una nueva intelectualidad mapuche.
"Los nuevos profesionales mapuches,
a través de la globalización de las comunicaciones, y la
importancia que tomó Internet luego de los sucesos de Chiapas (1994),
también se nutrieron de estas discusiones producidas en el mundo
intelectual internacional.
"Esta nueva intelectualidad integrada
por los mapuches en el exterior y los jóvenes dirigentes -algunos
con educación universitaria- ha comenzado a generar una nueva visión
de su historia, de su experiencia de lucha por sus demandas y muy crítica
de las organizaciones que hasta el momento habían tenido. A la vez,
incorporó las discusiones sobre lo etnocéntrico que se daban
en Europa y les permitió vincularse a las instancias e instituciones
existentes que trabajan en estos temas a escala internacional. Al mismo
tiempo, han buscado -en forma progresiva- generar nuevas organizaciones
desvinculadas de los partidos políticos -ya sean de izquierda o
antisistémicos- imitando la experiencia de Chiapas.
Incluso, la mayoría de los
mapuches renunciaron a sus militancias en partidos de izquierda y pasaron
a engrosar las filas de las nuevas organizaciones.
INFLUENCIA DE CONTENIDOS
"Si bien los contenidos que genera
esta nueva intelectualidad aún tienen escasa influencia en las organizaciones
mapuches tradicionales, han tenido una gran influencia en las organizaciones
que se mantienen en conflicto. La discusión sobre estos contenidos
coincide con un proceso de reforzamiento de la identidad indígena,
la búsqueda de automarginación del conjunto de la sociedad
y el retorno a los simbolismos culturales que ha sucedido en los últimos
años en el pueblo mapuche.
"Mayor número de individuos
se autoidentifican como mapuches, se habla más el mapudungún,
se realizan más ceremonias y festividades propias de su cultura:
vestimentas, cantos, reinterpretación histórica.
"Junto a lo anterior, se dan cambios
en la familia (nuclearización), acceso a las comunicaciones, migraciones
campo ciudad, incorporación al trabajo asalariado, dejando de ser
campesinos cosechadores. Desde el punto de vista de la receptividad de
la causa mapuche en Chile, todas las encuestas indican que cuenta con un
amplio respaldo popular entre la ciudadanía, entre los sectores
progresistas e intelectuales.