Acusan de favorecer a violentistas
La comunidad mapuche
Antonio Melinao se siente desplazada y postergada por mapuches que han
optado por la vía violenta y que han sido favorecidas con la entrega
de tierras.
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Dirigentes de
la comunidad mapuche Antonio Melinao, ubicada en el sector de Huapitrío
-distante a 18 kilómetros al Este de Collipulli- sostienen que la
Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) favorece
con la compra de tierras a los indígenas de la IX Región
que están por la vía violenta.
Los mapuches
argumentan que se encuentran en el listado de las comunidades aprobadas
por el Consejo Nacional del 8 de enero de 1998 para la compra de un predio
agrícola y si bien esto fue ratificado por el consejo del año
2000, no han logrado adquirir terreno alguno. A fines del '99 la comunidad
inició conversaciones con el propietario del fundo Santo Domingo
Sur, ubicado en la citada comuna y pese a ello, aún no se ha concretado
la compra.
La presidenta
de la comunidad, Clorinda Prado Melinao y su secretario, Eduardo Prado,
sostienen que "tal aprobación se realizó al cabo de exhaustivos
estudios y tasaciones que concluyeron que el predio reunía los requisitos
para comprarlo y asignarlo a la comunidad Melinao conforme a un precio
que satisfacía al vendedor y a la Conadi".
Los mapuches
se sienten postergados, porque pese a las diversas diligencias realizadas
por el representante de la comunidad y por el corredor de propiedades,
Jorge Tirapegui, no hay avances en las negociaciones.
"Lo que es más
irritante y desalentador, es que durante todo este largo período
se han concretado compras por montos muy superiores y en algunos casos
en precios por hectáreas altísimo asignándolos a comunidades
que han recurrido a tomas y despojos por vía violenta", aseveran.
Entre el listado
de los predios entregados por esta comunidad, figuran: "un fundo de 707
hectáreas, adquirido en 1999 por la Conadi en mil 363 millones de
pesos y entregado a la comunidad de Temulemu; el año 2000 el organismo
indigenista compró 760 hectáreas en mil 57 millones, que
luego fue entregado a la comunidad Antonio Ñirripil; a esto se suma
el terreno de 430 hectáreas adquirido el 2001 en 765 millones de
pesos y entregado a la comunidad Juan Aillavarela y el fundo de 350 hectáreas,
comprado el mismo año por el organismo estatal en 690 millones y
entregado a la comunidad de Trapilhue, entre otros.
Los indígenas
aseveran que han sido respetuosos de la ley y la paz social, pero han sido
postergados, mientras los que infringen la legalidad resultan premiados
o favorecidos.
"... En el caso
específico de las comunidades mapuches, desde el propio Presidente
de la República, pasando por los ministros y jefes de la Conadi,
se ha reiterado no asignar terrenos a las comunidades indígenas
que hayan recurrido a la violencia física y usurpación de
terrenos", afirman.
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