DIARIO EL LLANQUIHUE de PUERTO MONTT
Año CXVII - Nro. 35.780 - Jueves 7 de marzo de 2002
CASTRO : El Lonko Mayor del Consejo de Caciques de la Buta Huapi Chilhue
expresó su solidaridad con el pueblo pehuenche en el conflicto
del Alto Bío
Bío.
"Nuestros hermanos pehuenches están en su legítimo derecho
de luchar para
defender su dignidad y su territorio y están recibiendo toda
la fuerza de
Chao Gunechen" expresó.
Carlos Orlando Lincomán el líder máximo de la
comunidad huilliche del
archipiélago atribuyó el origen del problema al Estado.
"El Estado tiene la
culpa, porque negocia sin consultar a las bases en una actitud de franco
atropello".
Añadió que el Gobierno permanentemente señala
que lo que se busca es el
desarrollo de los pueblos originarios, con cuyas aseveraciones no concuerda
"porque ¿cómo se puede hablar de proyectos de desarrollo
si no hay tierra?
además los proyectos de desarrollo deben partir de las bases
y no imponerse"
dijo.
Hizo presente que el concepto de desarrollo del pueblo indígena
es muy
distinto al del Estado.
Precisó que en Chiloé se está viviendo una idéntica
realidad, con los
territorios perdidos o divididos. "Entendemos lo que ocurre en Alto
Bío Bío
porque en el caso de nosotros la situación no ha variado, todo
lo contrario
la tierra se sigue entregando a los particulares y el borde costero
está
completamente invadido".
Dijo igualmente que el tema de los pehuenche se ha tornado en una "vergüenza
nacional" porque se está violando la Ley Indígena y se
está cometiendo "una
tremenda injusticia"."Han pasado 500 años y es como un signo
el problema con
la empresa española" manifestó.
Condenó además el resguardo policial con el que se ha
protegido el traslado
de los transformadores de la Central de Endesa "con eso se demuestra
la
protección que le da el Estado a los capitalistas, al poder
económico, a los
ricos".
Afirmó que la fuerza "a las hermanas pehuenches que fueron detenidas
por un
par de horas" se la da Chao Gunechen y la sabiduría la reciben
de la Mapu
Ñuke, lo que está demostrado a su juicio en la perseverancia
y valentía que
han puesto en la defensa de la vida, el ecosistema y la dignidad del
pueblo
indígena. "De eso —enfatizó— es testigo Chile y el mundo...".
"Cuando uno recibe estas noticias, de mujeres mayores apresadas, quisiera
estar allá para acompañarlas, nuestro pueblo también
quisiera estar allá,
pero no podemos por mi salud y también por la falta de recursos,
pero
estamos solidarizando con nuestros hermanos pehuenches" manifestó
finalmente
el lonko Carlos Orlando Lincomán.
Sara Curumilla