Un debut complejo tuvo como portavoz subrogante María Eliana Arntz. Debió explicar por qué La Moneda acalló al director de Conadi.

Nelly Yáñez

NELLY YÁÑEZ

Con drasticidad La Moneda aplicó su nueva doctrina comunicacional para impedir los conflictos de vocerías que afectaron - en su momento- al ex ministro secretario general de Gobierno Claudio Huepe, cuando distintos ministros entregaban versiones en torno a un solo tema.

La "primera víctima" fue el director de la Conadi, Edgardo Lienlaf, a quien se le ordenó suspender una conferencia de prensa para desmentir supuestos vínculos entre frentistas y miristas con las comunidades mapuches a raíz del caso Olivetto.

La portavoz subrogante María Eliana Arntz fue categórica: "ésos antecedentes los expresa el Ministerio del Interior".

Cuando Heraldo Muñoz llegó a la Secretaría General de Gobierno planteó ser el único canal para la información oficial, cosa que fue compartida por el resto del equipo político, a tal punto que el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Mario Fernández, advirtió a los medios que no formularía declaraciones y cerró la oficina de prensa de esa repartición.

Conocida ayer la orden de La Moneda, Lienfaf, quien se encontraba en Temuco, tomó uno de los primeros vuelos a Santiago y cerca del mediodía se reunió con el subsecretario de Mideplan, Jaime Andrade, debido a que éste fue quien le dio por teléfono la instrucción para que suspendiera su cita con la prensa, programada para las 10.30 horas en el Hotel Tupahue.

La decisión se había tomado previamente a alto nivel en La Moneda y la encargada de comunicarlo a Andrade fue justamente Arntz.

Intranquilidad y excusas

Paralelamente y como Lienlaf no llegaba a su cita con los medios de comunicación, éstos empezaron a exigir explicaciones. La respuesta fue que el vuelo se había retrasado, pero se trató sólo de una excusa para ganar tiempo mientras se dilucidaba el asunto.

La verdad quedó al descubierto cuando Arntz - en el debut de su papel de vocera- reconoció que la decisión se tomó en La Moneda.

"Esa conferencia se suspendió, porque esos antecedentes los expresa el Ministerio del Interior. Y, como bien lo señalé, no existe ningún antecedente adicional distinto que se maneje en el Ministerio del Interior respecto del vínculo de las personas que participaron en el secuestro con actividades u organizaciones al interior del país. Como no había antecedentes nuevos se suspendió", fue su respuesta.

A esa hora Lienlaf continuaba en las oficinas de Mideplan, tratando - según se dijo- temas relacionados con la Conadi.

La minuta que iba a leer, sin embargo, en nada se apartaba de la postura oficial del Gobierno en este caso, puesto que calificaba de "especulación" las versiones sobre una posible vinculación de frentistas y miristas con el mundo mapuche; descartaba de plano que los 10 millones de dólares exigidos por el rescate de Olivetto hayan tenido a ese sector como destino y enfatizaba la independencia del mundo indígena en sus reclamaciones.

Y aunque en la Conadi se dijo que la conferencia se postergó para el 16 de febrero, lo cierto es que el contacto sobre este tema con la prensa fue suspendido indefinidamente, a menos que sea autorizado y coordinado con Interior.

A las 18 horas de ayer, el director de esa corporación - sin hacer declaraciones- tomó un avión rumbo a Temuco.

Lienlaf, es ingeniero forestal, y llegó a la dirección de la Conadi el 18 de mayo del año 2000, cuando el Presidente Ricardo Lagos lo nombró en reemplazo de Rodrigo González, quien abruptamente había renunciado al cargo los primeros días de marzo, puesto que las comunidades nunca lo aceptaron por no pertenecer a ninguna etnia.