María Curriao, presidenta de la comunidad y quien lideró la violenta acción, indicó que la protesta era por el incumplimiento de Endesa y el gobierno al protocolo firmado en 1998 y que beneficiaría a las familias indirectamente afectadas por la construcción de la central Ralco.
La dirigenta sostuvo que en este contexto impedirán por todos los medios el transporte del transformador hacia el lugar de las obras de la central hidroeléctrica y no dejarán su posición mientras no existe una real voluntad de diálogo.
Aclaró que su comunidad no está en contra del proyecto, y sólo piden que se cumplan los compromisos, entre otros, la construcción de viviendas, un policlínico, un liceo politécnico y trabajo para los pehuenches.
Añadió que de no cumplirse con el petitorio continuarán luchando contra el gobierno, Endesa y Carabineros.
Transformadores
En tanto, en dependencias de la central Pangue permanecía ayer el transformador que va rumbo a las faenas de construcción de la central hidroeléctrica.
Trascendió que la continuación del viaje está suspendida mientras se mantenga el clima de violencia en el Alto Biobío. No obstante se aclaró que el convoy no pasará por el punto donde ayer se registraron los hechos violentos, ya que el equipo será instalado en la caverna de máquinas que se encuentra como 15 kilómetros antes del lugar de la protesta.
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