Atemorizados por el ambiente de beligerancia que se vive en la zona de
Arauco se mostraron ayer representantes de 360 choferes de camiones forestales
que trabajan en el área.
Así lo reconoció el conductor Luis Gallegos, quien junto
a otros nueve compañeros de labores denunciaron en Concepción
la situación de incertidumbre que viven diariamente.
Indicó que el atentado del lunes no es un hecho aislado. Por el
contrario, afirmó que constantemente son amedrentados por mapuches
que les impiden el paso a los puntos de carga. "En los campos actúan
a rostro descubierto y nos dicen que quemarán los camiones si pretendemos
continuar", manifestó.
Puntualizó que en los graves hechos últimos no tienen certeza
de si se trata de indígenas, porque si estaban encapuchados es muy
difícil asegurarlo, pero insistió en que son los integrantes
de las propias comunidades quienes han generado un clima de violencia que
les coarta el derecho a trabajar.
Por otro lado,
ayer la jueza de Cañete, Verónica Herrera Ocares, inició
la investigación por el atentado incendiario a dos camiones madereros
y agresión con arma de fuego contra uno de los choferes -perdió
el ojo derecho-, en el sector de Tranaquepe en Tirúa, luego de la
querella que el miércoles interpuso el gobernador de Arauco, Rodrigo
Peñailillo.
La magistrada dispuso que un equipo especializado de Carabineros, encabezado
por el comisario de Cañete, Mauricio Toro, lleve adelante las indagaciones,
con el objetivo de identificar a los responsables del delito.
A su vez, los empresarios del transporte que trabajan en el área
acusaron al gobierno de debilidad para abordar el problema, lo que mantiene
en la impunidad a los autores de estos actos que calificaron de terroristas. |