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Aunque no alcanzó
el grado de machi, María Teresa Catricura se ha dedicado durante
35 años a ayudar a sus hermanos mapuches a curar sus enfermedades
a través de las yerbas medicinales.
La técnica
la aprendió de su abuela a partir de los 14 años en el sector
de Liucura, en la comuna de Contulmo. "Mi abuelita era machi y cuando yo
la visitaba, veía que venían enfermos a verla. Ella me decía
"estos remedios son buenos" y se los daba y la gente se mejoraba".
Aunque dice
que no es una "médica" porque no es machi, sí reconoce que
normalmente llegan personas hasta su casa y le piden ayuda para alguna
enfermedad.
En todos estos
años, recordó, le ha tocado asumir casos muy complicados
de personas afectadas por grandes dolores. "Sólo hay que saber exactamente
qué y dónde le duele y qué mal siente, para darle
la yerba adecuada y que lo aliviará".
María
Teresa no desconoce la medicina de los "chilenos", pero advierte que "en
los hospitales dan muchas tabletas que también afectan el estómago,
en cambio las yerbas no provocan ese dolor".
Existen muchas
plantas que ayudan al cuerpo, afirma, pero entre las más comunes
están el toronjil, la menta, el puemo, el oreganillo, el radal,
el huilmo, el arayán, el boldo, etc. |