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Jueves 4 de junio de 2009
Texto sostiene que la fuga de proyectos podría acentuar los niveles de pobreza y de desempleo de La Araucanía.
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alma canales silva
Ya se dijo que el Código de Conducta Responsable podría alejar las inversiones. Sólo había que ponerle números y eso es lo que hizo un estudio del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD).
Según el documento (que toma el número de iniciativas que podrían realizarse a mediano plazo), La Araucanía sería una de las regiones más afectadas con 25 proyectos por US$38 millones. La mayoría de ellos son pisciculturas y están ubicados principalmente en Cunco, Curacautín y Lautaro.
Aunque el código aún un borrador (y debe pasar por una etapa de consulta a los pueblos indígenas), se cree que desincentivaría la inversión porque establece compensaciones para las comunidades, como un porcentaje de las ganancias o cupos de empleo.
Además, añade un nuevo trámite al proceso de evaluación del proyecto, ya que debe ser revisado por un consejo nacional de certificación. todo ello llevaría a los empresarios a ejecutar sus iniciativas lejos de terreno indígena.
Ena Von Baer, quien realizó el estudio, indica que esto no sólo afectará a las comunidades: "La Novena Región tiene problemas de pobreza y de desempleo. Desde esa perspectiva, sumado a datos de empresas que no quieren irse a la Novena Región, vemos que la región está perdiendo posibilidades de desarrollo y eso tiene impacto no sólo en los indígenas, sino sobre toda La Araucanía".
Si eso se extrapola a la región, de acuerdo al estudio acá hay 8 mil 888 kilómetros cuadrados de terreno indígena, lo que equivale a más de un cuarto del territorio regional. Además, en 25 de las 32 comunas de la región hay presencia de comunidades.
Bajo esta mirada, el panorama no resulta muy alentador, ya que el 13,3% de desempleo que tiene la región, con casi 53 mil personas sin trabajo y un 20,1% de pobreza podrían empeorar.
creará divisiones
El principal problema del Código es que así como está no establece mecanismos de acuerdo con las comunidades ni montos compensatorios. "Hay que hacer un estándar, un buen mecanismo para que las inversiones se vayan a esas zonas. Y pensamos que este no lo logra", menciona Von Baer.
Según la investigadora, todo esto provocará división al interior de las comunidades, así como entre mapuches y no mapuches. La razón es bien simple: Antes de llegar a acuerdo con los inversionistas, las comunidades deben definir si quieren o no que se realice el proyecto. Y diferencias de opinión provocarán división.
También está la relación con quienes no son mapuches y están cerca de la inversión, porque ellos no recibirán los beneficios que el Código le otorgará a los indígenas. "Esto creará división en la sociedad", sentencia.
Para Ena Von Baer, lo fundamental es potenciar el desarrollo de los pueblos originarios sin pérdida de identidad. "Hay encuestas que muestran que no están en desacuerdo con las inversiones y que lo que quieren es integrarse sin perder su cultura, pero estos mecanismos los dividen", añade. Por ello, el norte debe ser crear un mecanismo que permita hacerlo sin producir divisiones.
en el país
De acuerdo al estudio de LyD, a nivel nacional el Código afectaría a 95 proyectos por un monto total de US$2.692 millones, los que podrían dejar de realizarse a raíz del costo en tiempo y dinero que implica pasar por un proceso adicional al exigido por la Conama.
Estos proyectos corresponden a los que están en proceso de evaluación en la Conama y están ubicados en 41 comunas del país.
Otras de las regiones afectadas serían Los Ríos, donde se realizarían 12 proyectos por un monto total de US$1.077 millones y Antofagasta, con 14 inversiones y US$628 millones. Todas ellas, al igual que La Araucanía, son las que registran mayor niveles de desempleo y pobreza.
Ena Von Baer dice que por ello desarrollaron el estudio: "Queremos llamar la atención sobre el impacto que tendrá en las regiones si no se hace una institucionalidad bien hecha".