Proyecto de Documentación Ñuke Mapu
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Reivindicaciones Indígenas: Ante todo cultura

Coordinadora Nacional Indianista CONACIN

Mayo, 2000

Conacin 2000

Aunque la opinión pública y en las esferas de gobierno se está consciente de la deuda histórica que se tiene con los Pueblos Indígenas, (gracias a las cifras aportadas por el Censo del 92 y la encuesta Casen 96, por ejemplo) La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena CONADI, es un organismo que aún no logra consolidarse como merece en la institucionalidad del país, Aún no se ha puesto el acento en la cuestión cultural, no se ha marcado suficientemente la diferencia entre las demandas indígenas y las demandas de cualquier otro sector social y la Conadi sigue siendo un pálido reflejo de Mideplán.

Esta visión también ha prevalecido en el mundo indígena, donde la mayoría de las organizaciones y comunidades están afanadas solo en obtener algún beneficio material, casi podríamos afirmar que la mayoría se han constituido solo para tener acceso a los proyectos productivos, las becas indígenas y las prebendas sociales que otorga el gobierno.

Incluso, las pocas reivindicaciones indígenas que se han conseguido están siendo tomadas como retribuciones materiales, La principal conquista cultural, o la más palpable al menos, El reconocimiento oficial del año Nuevo Indígena, está siendo utilizado para financiar fiestas privadas de organizaciones y comunidades, actividades que no tienen mayor trascendencia ni marcan presencia social ni cultural. Respecto del articulo 54, por ejemplo, que eleva la costumbre indígena a rango de ley, poco o nada, o la obligatoriedad de aceptar trajes indígenas en ceremonias oficiales siguen sin ser requeridos. Ningún estudiante indígena, ni siquiera los becados han dado sus exámenes de grado en tenida tradicional.

Desconcierto por todos lados: La propia dirigencia que ha asumido la dirección de Conadi desde sus trincheras de partidos políticos, no tienen trayectoria en el Movimiento Indígena, o dicho de otro modo, su acercamiento al tema ha sido desde las esferas del poder y no desde lo cultural, o más bien son un grupo que está tratando de consolidar un poder dentro de Conadi y ONGs funcionales para tal efecto.

Los supuestos líderes alternativos al gobierno también han sufrido el descrédito, ya que después de posturas radicalizadas y encendidos discursos se les ve deambulando por partidos instrumentales y ofreciendose de mediadores donde nadie los ha llamado, se añora un mínimo de consecuencia, ya que si en un comienzo no fueron elegidos por las bases ni las comunidades sino que volvieron convertidos en líderes gracias a sus "perfeccionamientos" en el extranjero, al menos habían obtenido un reconocimiento por la opinión pública y los legitimaba la calidez de su discursos aunque no fueran muy coherente con la realidad (con un 80% de población indígena repartidos en los centros urbanos de todo el país era difícil insistir sobre la autonomía del Bio Bio al sur) ya que Chile no es ni la España de los vascos ni la rusia de los Chechenios. En definitiva, ha quedado claro que los encendidos discursos de reivindicación cultural no tenían mayor seriedad y fueron mas bien un trampolín personal.

Y como complemento a todo esto una triste marginalidad: algunos grupos y Coordinadoras que se forman para luchar por tal o cual territorio, o para apoyar tal o cual conflicto, si bien en un principio son reacciones justas frente a agresiones empresariales, no logran articular mayor propuesta ni logran coherencia entre acciones y discurso y caen en acciones arbitrarias y antojadizas, como las irrespetuosas incursiones en la Catedral Metropolitana para interrumpir la celebración más sentida de la Cristiandad (estemos o no de acuerdo con ella, si pedimos respeto debemos respetar), la mendicidad étnica callejera que en nada dignifican a las culturas o las agresiones físicas a autoridades que, imaginadas en otro contexto, son simple delincuencia.

Ni siquiera las elecciones de Consejeros Indígenas aportaron mucho, ya que los escogidos, la mayoría salidos desde trincheras de partidos políticos, a pesar de lo cual son deslucidas figuras que no tienen brillo propio ni representan tendencia clara. Y esta falta de propuestas se vieron inmediatamente reflejadas, en la esterilidad de la mesa de diálogo indígena que fue una inversión de tiempo, recursos y sobre todo esperanzas que no condujeron a ningún puerto. Lo que realmente será relevante es la designación de los timoneles de Conadi que realice el gobierno, lo que tal vez pueda traer alguna sorpresa como lo fue la designación de la dirigencia de CONAMA que representa un gran desafío y una importante apuesta de este Gobierno en torno a la conciliación de los intereses empresariales y el respeto al medioambiente, sin duda el resultado de esta apuesta será gravitante en la continuidad de este sistema neoliberal y tenemos esperanza de que algo similar ocurra en la órbita de CONADI.
 

Que ninguno de estos sectores esté preocupado por la cultura lo demuestra las insultantes palabras a los mapuche que Sergio Villalobos (Premio Nacional de Historia) lanza a través del Mercurio obteniendo muy poca respuesta, ni de los grupos radicalizados, ni de los profesionales, intelectuales ni estudiantes mapuche. Este cuadro no augura buenos vientos, basta una pequeña confabulación de algunos factores para reducir la Conadi a un organismo meramente asistencial o intermediario entre población indígena y Fondos de Tierras o Planes de superación de la pobreza. En cierta forma es lo que ha ocurrido con el INI (Instituto Nacional Indigenista) en México, que después de ser una institución relevante a nivel internacional y de haber jugado un rol preponderante frente a los conflictos de Chiapas, ha visto considerablemente reducidos sus presupuestos y retirados los líderes más destacados (Tal vez eso fue a aprender Escalona a México)

Mas cultura
Y esto sería una paradoja, porque la fuerza de este gobierno es justamente el énfasis que ha puesto en lo cultural, no solo por sus declaraciones ( "...La cultura no es un gasto, es una inversión") este gobierno partió con actos culturales por todo Chile. Y ¿Qué podría darle el sustrato cultural a este país si no sus pueblos indígenas? El bafochi o el bafona en el Festival de Viña son una caricatura de nuestras culturas. ¿Por qué no hay allí un auténtico conjunto musical indígena? Que el desmedro de nuestras culturas no es solo dinero lo demuestran las ofensivas palabras hacia nuestras culturas que tranquilamente lanza el Premio Nacional de Historia. Las demandas por tierra y recursos no dejan de ser legítimas, pero, hace falta avanzar mucho más en el estímulo a grupos artístico musicales indígenas, a Institutos de Estudio, Editoriales, Institutos Interculturales, emisoras radiales propias y por qué no, un canal de televisión indígena.

Si las organizaciones y comunidades indígenas no dejan de ver las iniciativas de gobierno como simple restitución del botín y el gobierno no se compromete más y evalúa mejor los resultados de los fondos que otorga, las cultura de nuestros pueblos seguirá siendo solo condimento de discursos políticos que a menudo esconden oscuros intereses o son solo plataforma de algunos figurines.