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1997-04-14 | Documentos de Trabajo | Mapuche

José A. Mariman - Denver, USA, Abril 1997

Movimiento Mapuche y Propuestas de Autonomía en la Década Post Dictadura 1(2)

Las estrategias políticas con que el movimiento mapuche a enfrentado la política etnocida(5) del estado-nación (Chile), no son numerosas. En alguna medida, ellas no son sino la reacción mapuche frente a las políticas étnicas estato-nacionales.




Ha llamado mi atención el segundo semestre de 1996, una entrevista publicada por el semanario "El Siglo"(1) al dirigente de la organización mapuche Admapu y miembro del Comité Central del Partido Comunista(2) de Chile Domingo Marileo. En ella, Marileo ha esbozado la nueva política de Admapu. Al mismo tiempo, Marileo ha hecho explicita la nueva política del PC respecto a la "cuestión mapuche."(3) Esa política se expresa en la formula "autonomía territorial" para los mapuche.

Con las opiniones de Marileo, suman tres las propuestas levantadas en el movimiento mapuche en perspectivas a la autonomía. ¿Cuáles son sus similitudes y cuáles sus diferencias? ¿Cuáles son su ventajas y cuáles sus desventajas? En las líneas siguientes realizaré una comparación de éstas demandas. Mi objetivo es ofrecer al movimiento mapuche(4), tanto una síntesis del pensamiento político autonomista mapuche, como una evaluación de sus ideas relevantes.

I. Antecedentes
Las estrategias políticas con que el movimiento mapuche a enfrentado la política etnocida(5) del estado-nación (Chile), no son numerosas. En alguna medida, ellas no son sino la reacción mapuche frente a las políticas étnicas estato-nacionales. Durante el presente siglo, y hasta el año 1990, podemos distinguir al menos cuatro. A partir de entonces y con el termino de la dictadura militar, hará su debut la demanda por autonomía.

La primera estrategia puede ser llamada estrategia de la asimilación(6), y tiene por soporte la principal tendencia de la política étnica chilena: asimilación de las etnias o naciones dominadas. Esa política parte del presupuesto de que la cultura de la nación dominante (chilena) en el estado-nación, es superior. Y, que la cultura de la naciones dominadas (mapuche, rapanui, aymara), son inferiores. El resultado del razonamiento es la creencia de que la primera debe dominar y sustituir a las otras(7). En 1911, el entonces médico de colonias Rodolfo Serrano Montaner, en un informe a la Comisión Parlamentaria de Colonización constituida en aquella época, expresaba la idea como sigue: "Radicado el [mapuche] recibiría su título definitivo... se puede pronosticar que antes de diez años [..] habría desaparecido. Gran parte de sus tierras habrían pasado á manos de los chilenos; esos campos serían cultivados y entregados á las labores de la agricultura moderna(8)."
Entre los mapuche, la derrota político-militar en 1881 y las ideas racistas prevalecientes en la sociedad chilena(9), han presionado sobre la autoestima mapuche en favor de volverse chilenos. Ser chileno representó, y aún representa para algunos mapuche, insertarse en un marco civilizatorio visualizado como superior. Es por esta razón, que las primeras décadas del presente siglo, vieron emerger un discurso adulador de las virtudes de la cultura dominante; así como de menosprecio de la cultura propia. Algunas organizaciones mapuche harán fervorosos llamados a luchar contra la poligamia, el alcoholismo, la ignorancia, la desventaja técnica, y a favor de la propiedad privada. "Dios" [cristiano], "patria" [Chile], y "progreso" [paradigma capitalista], será el lema de la Unión Araucana en 1916 y de sus militantes deseosos de asimilarse.

Una segunda estrategia es también refractaria de la política étnica estado-nación, y es conocida como de integración. Se trata de la idea del crisol que funde las razas creando la nacionalidad chilena. La asunción aquí es que los chilenos son el resultado de la fusión de dos razas(10). En este sentido, ser chileno significa ser el resultado purificado de lo mejor de dos razas. Gabriela Mistral, poeta chilena y premio Nobel (1945) en literatura, lo expuso de esta forma: "las sangres de Valdivia y de Caupolicán, confundidas en una como regia alianza, dan al mundo una raza de soberbia pujanza(11)." La chilenización, similar a lo que Schwarz(12) ha dicho de la sociedad estadounidense, si bien no a limpiado del todo a Chile de sus minorías, al menos las ha desprovisto en gran parte de sus elementos culturales distintivos.

Entre los mapuche, las ideas integracionistas o de fusión, se han expresado desde comienzos de siglo. La Sociedad Caupolicán, en 1910, a través de Onofre Colima decía: "ya nuestras lanzas no se tiñen en la roja sangre de nuestros enemigos, en horrororísima guerra i hoy caen despedazadas y rotas de nuestras manos al suelo ante la gran razón, que todos somos hermanos(13)." El discurso mapuche integracionista a buscado desde entonces, aliarse a los chilenos indigenistas. El propósito de esta alianza es lograr una relación que si bien tiene por standard civilizatorio la chilenidad, no renuncia del todo a los propios valores culturales. La militancia en partidos políticos chilenos, en iglesias, u otro tipo de instituciones estato-nacional (Fuerzas Armadas, ...etc.) ha sido la forma clásica de favorecer una integración (allí, tras el lenguaje de camaradas, compañeros, hermanos, etc. la segregación y el perjuicio étnico se atenúa en la psiques mapuche).

El fundamentalismo ha sido otra de las estrategias con que el movimiento mapuche ha enfrentado las políticas etnocidas estato-nacional. El fundamentalismo entre los mapuche, si bien no parece tener la misma vitalidad que las estrategias anteriores, ha estampado su marca en el movimiento mapuche. En particular la década del '20 y la de los '90, aún no concluida, han visto levantarse dos poderosas organizaciones fundamentalistas: La Federación Araucana (1922) y el Consejo de Todas las Tierras (1990). El discurso fundamentalista es un discurso de repliegue en lo propio(14). El avance de la cultura hegemónica sobre la propia se ve tan arrollador, que los fundamentalistas llaman a resistir volviéndose hacia el interior de la cultura y reivindicando un pasado esplendoroso. Ese interior y ese pasado, que los fundamentalistas suponen no contaminado, es lo que proporcionará la fuerza al discurso fundamentalista para desarrollar su resistencia.

"[R]eestablecer y sublimar todos los actos y costumbres de la raza mapuche" será la propuesta de la Federación Araucana a la sociedad mapuche. Mientras que, setenta años más tarde, el Consejo de Todas las Tierras se definirá así mismo diciendo que, "recoge la forma histórica de organización mapuche. O sea, el modo de relación. Esto no es un sindicato ni una organización gremial. Aquí no nos hemos adaptado, pero en ninguna forma, a lo que el Estado chileno quiere como organización mapuche(15)." El discurso o demanda fundamentalista tiene bastante de mítico, dado que la cultura mapuche en que practican su repliegue es el producto del proceso de incorporación involuntaria al estado-nación y no una expresión cultural generada libremente por la propia sociedad mapuche(16).

Por último, el indianismo o estrategia de confrontación de una cosmovisión occidental y una cosmovisión india, ha sido otra estrategia --la cuarta-- que se ha manifestado en el movimiento mapuche. El indianismo, tras el supuesto de una afinidad de pensamiento entre la diversas cultural Indias, representa la búsqueda de una autonomía ideológica de los Indios respecto a las ideologías occidentales (identidad India). En el ideario indianista, la utopia social indígena "ya fue practicada y vivida en el pasado(17)." Por lo tanto, en el presente no existe la necesidad de construir esa utopia social, cuando por el contrario existe la necesidad de desarrollar los valores de la cosmovisión india. Por consiguiente, el indianismo reduce los conflictos étnicos o nacionalitarios específicos "a una mixtificación generalizadora(18)." Quizá, por esa razón, la tesis indianista no ha prendido con fuerza en el movimiento mapuche. Los mapuche siguen definiéndose en términos de identidad étnica, en oposición al winka (chileno, colonizador) y no en oposición a las ideologías winkas (occidentales).

II. Década post dictadura
El Centro de Estudios y Documentación Mapuche-Liwen(19) ofreció por primera vez en 1990, una reflexión sobre cual debería ser la meta política del movimiento mapuche. Entonces, muchas voces se levantaron para calificar a sus miembros de utopistas por sugerir autonomía. No hubieron durante los seis años que han pasado desde entonces fuertes criticas al planteamiento de Cedm-Liwen. Más bien, se sucedieron comentarios informales en orden a sugerir que la tesis es válida, pero... y cuando no un claro propósito de ignorarla y echarla al olvido. En otras palabras, en el movimiento mapuche nadie creyó en la posibilidad de levantar esa demanda, a objeto de ayudar a resolver la cuestión mapuche.

La tesis de Cedm-Liwen apareció a menos de un mes de haber asumido sus funciones el gobierno de transición democrática de Patricio Aylwin. Y, a casi dos meses de la creación de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas(20). La CEPI, tuvo entre sus tareas inmediatas preparar el borrador de una nueva ley indígena. Además, conducir un proceso de discusión entre los mapuche en perspectiva a producir la "mejor" ley posible para los "Pueblos Indígenas de Chile." Casi la totalidad del movimiento mapuche --organizaciones asociadas a las estrategias asimilacionistas, integracionistas e indianistas(21)-- se plegaron al trabajo en la CEPI. Con ello, la mayoría del movimiento mapuche decidió continuar transitando el camino de resolver la cuestión mapuche, a través de conquistar una ley más favorable que la impuesta por la dictadura(22). En este sentido, el movimiento mapuche continúo operando en la lógica de la dependencia y subordinación a las instituciones estado-nacionales. Así como, sobre las consecuencias de la Incorporación (pobreza, atraso, marginación, etc) antes que abordar el problema en función de resolver la causa que los origina.

El año 1990 presenció, entonces, un quiebre en el movimiento mapuche. Ese quiebre, esta relacionado con un intento de reorientación de la meta estratégica para el movimiento mapuche. Tal reorientación esta auspiciada por nuevos protagonistas del movimiento mapuche: estudiantes universitarios y jóvenes profesionales mapuche. Estos nuevos protagonistas, recogieron e impulsaron con nuevos contenidos una demanda que otros sectores del movimiento mapuche abandonaron hacia el termino del período dictatorial. Esa idea fue la de construir un proyecto histórico donde la autonomía fuera la reivindicación central(23).

Los sectores del movimiento mapuche que abandonaron esa idea, evidenciando una crisis de proyecto, no tuvieron ni la fuerza ni la capacidad para desarrollar tal demanda. En consecuencia, la desecharon rápidamente frente a una nueva ley indígena ofrecida por el estado-nación a través del gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia. El sector movimiento mapuche que desechó la idea de un proyecto propio, se pasó los primeros tres años de gobierno de transición a la democracia esperando que el Parlamento le diera una nueva ley indígena. Finalmente obtuvieron un resultado (1993), pero ese resultado fue más pobre de lo que deseaban(24). Aún así, se levantaron voces para anunciar que había que darle tiempo a la nueva ley(25), antes de darle un respaldo o desahuciarla definitivamente. Otros tres años ha operado éste sector del movimiento mapuche con la nueva ley, y el pronunciamiento aún no llega.

La opinión de Marileo, siendo miembro de una de las organizaciones que ha colaborado con la coalición de fuerzas políticas estato-nacionales en el gobierno, lleva a pensar que el descontento al interior del sector del movimiento mapuche que ha favorecido la solución de la cuestión mapuche por leyes indígenas comienza a manifestarse. Ese descontento va en sentido de aproximar algunos componentes de ese sector del movimiento mapuche, con aquellos que han tratado de mantener su independencia de las instituciones políticas estato-nacionales y levantado la demanda autonomista. Sin embargo, este acercamiento es sólo a nivel discursivo y aún es prematuro hablar de una tendencia, en este sector del movimiento mapuche dirigida a divorciarse del gobierno y del neo-indigenismo chileno (recuperar su independencia política). Las ideas expresadas por Marileo y la práctica de su organización Admapu, aún no son coherentes. Mientras las ideas lo acercan al sector autonomista del movimiento mapuche, la praxis de Admapu mantiene a esta organización como parte vital de la clientela política de los gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia. Este asunto es algo que Admapu deberá resolver en un futuro próximo.

III Síntesis, semejanzas/diferencias, y evaluación (ventajas/desventajas)
de las propuestas autonomistas mapuche.
Comparar las demandas autonomistas mapuche impone superar el obstáculo de un desarrollo desigual. Con la observación anterior deseo establecer que, mientras hay ideas que poseen un argumento más elaborado, otras son apenas insinuaciones obtenidas de entrevistas periodísticas y sin respaldo documental. De todas formas, cualquiera sea el desarrollo que esas ideas hayan alcanzado, ello no excluye la presencia de un razonamiento novedoso --e importante de comentar-- en el contexto reivindicativo mapuche. Las demandas autonomistas, permiten hablar de una reflexión en estado embrionario entre los mapuche. Reflexión, que no es sino el fruto de la experiencia personal de los militantes del movimiento mapuche, así como de las múltiples influencias que pesan sobre ellos.

1. Síntesis
1. 1. Centro de Estudios y Documentación Mapuche, Liwen (Cedm-Liwen)

Al inició de la década de los 1990s, Cedm-Liwen declaró que la solución de la cuestión mapuche por ley indígena no "resolverá el problema de dominación y subordinación del pueblo mapuche al estado-nación chileno."(26) Para Cedm-Liwen, cualquiera sea el carácter de una ley indígena, ésta "no hará más que reproducir y reformular la dependencia con respecto a la sociedad dominante(27)." Tras esta declaración preliminar, Cedm-Liwen enunció que otro camino es posible. Ese camino es abordar el problema en función de superar la causa que dio origen a los males que vivencia hoy por hoy la nación mapuche. A ese camino Cedm-Liwen le dio el nombre de "autonomía regional."

La idea de autonomía regional se expresa bajo la forma de tres reformas y dos principios políticos. La primera reforma, esta dirigida a conseguir un Estatuto de Autonomía regional. ¿Qué debe entenderse por Estatuto? Un Estatuto de Autonomía regional es un instrumento jurídico-político que, junto con establecer esta autonomía para la región, precisa sus alcances así como las competencias de las instituciones autónomas regionales. Este Estatuto es votado bajo la forma de ley y promulgado por los órganos del Estado chileno competentes, y cumple las funciones de una Constitución o Ley Fundamental regional, en el marco del ordenamiento constitucional estato-nacional chileno.

La segunda reforma la constituye la creación de una Asamblea Regional autónoma. ¿Qué debe entenderse por Asamblea Regional autónoma? La idea de Asamblea Regional autónoma es la de establecer en una futura IX región autónoma, un parlamento regional. Ese parlamento regional o --más apropiadamente-- Asamblea Regional autónoma, debe gozar de poder y facultad para crear una legislación interna atingente a la región autónoma. ¿Cómo es posible crear una Asamblea Regional autónoma? La Constitución estado-nacional faculta por ley orgánica la conformación de una región autónoma, que tendría una Asamblea Regional autónoma, un Estatuto de Autonomía, y --el tercer elemento que comentaré a continuación-- un Gobierno Autónomo.

¿Cómo son elegidos los miembros de la Asamblea Regional Autónoma para desempeñar esa función legislativa? Cedm-Liwen considera que el único principio político legítimo para ello es la democracia. Es toda la población regional con derecho a voto, quien conforma el cuerpo electoral. Esa Asamblea Regional autónoma, elegida bajo un sistema proporcional(28) --y en una circunscripción electoral única-- favorece la representación de todos los sectores de la sociedad regional así como de sus intereses, necesidades y expectativas. Una Asamblea Regional autónoma da poder real a los habitantes de una IX región autónoma, para tomar control sobre sus vidas y sobre su región y riquezas. Como se aprecia, se trata de una propuesta global, que no va en dirección a excluir a quienes no son mapuche en la región autónoma mapuche, sino a hacerlos parte de un proceso de cambio que involucra a todos los actores residiendo en la región.

El tercer instrumento de la autonomía regional promocionada por Cedm-Liwen, lo conforma la necesidad de un Gobierno Regional Autónomo elegido democráticamente. Un Gobierno Regional Autónomo es un Ejecutivo Local con la misión de gobernar y velar por el cumplimiento de las leyes regionales (consignadas en el Estatuto de Autonomía) y nacionales. Con esta idea, Cedm-Liwen hace explicito su desacuerdo con el procedimiento actual de selección de las autoridades políticas regionales. Como es de conocimiento generalizado, las autoridades políticas de la región(es) --Intendente(s), Gobernador(es)-- son nominadas y de confianza del Presidente de la República (y su partido). En consecuencia, las autoridades políticas en una región representan los intereses estado-nación o de las instituciones estato-nacional (partidos políticos por ejemplo) sobre los intereses de la región. Sólo, en la medida que el poder de decisión se acerque a los ciudadanos (descentralización) y estos puedan elegir libremente y sin coerción sus autoridades (democracia), las condiciones para garantizar los derechos de la nación mapuche a la tierra, recursos naturales, y a vivir y trabajar en su territorio --la región mapuche-- permitirán pensar en un pleno desarrollo mapuche.

Finalmente, y como ingrediente no de la propuesta de autonomía regional sino del proceso que conduce a la obtención de esa región autónoma, Cedm-Liwen a declarado que es necesario construir una fuerza política y social que posibilite el cambio. Los mapuche, en opinión de Cedm-Liwen, deben iniciar un proceso de acumulación de fuerzas propia en perspectiva de la autonomía regional. Proceso que debe culminar en la construcción de una fuerza política autonomista independiente política e ideológicamente de los partidos políticos chilenos.

1. 2. Aukiñ Wallmapu Ngulam o Consejo de Todas las Tierras (AWNg)

La elaboración propositiva de Aukiñ Wallmapu Ngulam(29) (1991-92) sugiere diversas formulas políticas para expresar su demanda autonomista. Estas proposiciones no guardan necesariamente correspondencia entre sí. Así, AWNg habla de "co gobierno," "gobierno paralelo," y "autonomía mapuche." Un "co gobierno" sugiere la idea de, "compartición del poder político, económico y administrativo, como una forma de garantizar el equilibrio, el desarrollo y la relación de ambas sociedades(30)," la chilena y la mapuche. Según esto, AWNg esta promocionando la existencia de dos autoridades políticas para el territorio que reivindica como mapuche: del "Bío Bío al sur....(31)" Estas dos autoridades políticas están envestidas de la misma autoridad --mismo poder-- de gobernar, siendo su única distinción su diferente pertenencia o filiación étnica. Una de esas autoridades debería ser mapuche, mientras que la otra chilena. ¿Cómo se eligen esa autoridades? es una cuestión que AWNg no aclara.

Un "gobierno paralelo," en cambio, promueve la idea de una autoridad política para los chilenos y una autoridad política para los mapuche. Como se ve, se trata nuevamente de una autoridad política dual en el territorio del Biobio al sur. Sin embargo, a diferencia de la situación anterior, éstas autoridades políticas no comparten el poder en una misma acción de gobierno. Cada una tendría jurisdicción sobre cada sociedad por separado. En otras palabras, en la proposición de AWNg conocida como "gobierno paralelo," habría --para exponerlo en un lenguaje conocido-- un Intendente para los mapuche y un Intendente para los chilenos. La competencia de gobierno de cada una de estas autoridades estaría restringida a su grupo étnico de pertenencia. Nuevamente, AWNg no aclara como se eligen esas autoridades, pero dado su discurso de defensa de la tradición, se podría suponer que a AWNg no le preocupa como los chilenos eligen su autoridad. A AWNg le podría importar más como los mapuche eligen la suya, y aquí el elemento "organización tradicional" podría jugar un rol importante.

Finalmente, la autonomía mapuche en palabras de AWNg, expresaría la idea de que "las leyes que se aprueben para la sociedad no mapuche no pueden ser válidas para los pueblos que no tienen la misma cultura(32)." O sea, leyes propias a cada sociedad componente del estado nación, o leyes distintas para la sociedad mapuche y para la chilena. Esta idea de autonomía mapuche puede congeniarse más con la idea de "gobierno paralelo," puesto que gobernar en específico a un grupo con características étnicas diferentes, podría permitir pensar en leyes basadas en su tradición cultural (Seguramente, AWNg estuvo pensando esta formula tratando de salvaguardar los intereses de los mapuche). Pero parece menos compatible con la idea de un "co-gobierno," puesto que las autoridades políticas del co-gobierno, gobiernan sobre un único sujeto político: la población global en el territorio reivindicado Tomada en absoluto su definición de co-gobierno, podría entenderse que a la hora de gobernar y emitir leyes --bajo esa formula-- no hay discriminación en el trato de cada grupo étnico componente de la sociedad territorial que reivindica. Todos los gobernados --mapuche o chilenos-- tendrían el mismo status frente al poder, y sus autoridades velarían por el bien común de todos. Puedo suponer que cuando AWNg habla de leyes especiales --entiendase autonomía mapuche-- para cada grupo étnico en el territorio que reivindica, obviamente no esta hablando de co-gobierno, sino de gobierno paralelo.

Para avanzar a la conquista de los objetivos que se ha propuesto, AWNg postula la creación de una organización de lucha de nuevo tipo. Esa organización debe ser ajena a la dependencia política de los partidos chilenos. "Los partidos políticos, en su mayoría, han jugado un papel neutralizante para nuestro accionar(33)." Y, por último, ellos ponen el elemento recuperación de la tradición en la construcción de esa fuerza. "Nuestra organización tradicional es amplia y de genuina representatividad, que nace de lo más profundo de la conciencia mapuche y nos hacemos representar por nuestras autoridades originarias, siendo ellos portavoces directos de las necesidades y dolor de nuestro pueblo(34)."

1. 3. Asociación Gremial de Pequeños Agrícultores y Artesanos Mapuche, Admapu (Admapu)

El diseño de Admapu insinua la necesidad de: autonomía territorial; creación de un Estado mapuche dentro del estado-nación chileno; reforma de la Constitución en orden a reconocer la multinacionalidad que caracteriza a Chile; y, representación proporcional --entiendase equivalente al porcentaje de población mapuche-- en el Gobierno y Parlamento de Chile, poder judicial, FF.AA., y Gobiernos regionales. Con estas opiniones, la organización Admapu se levanta como el tercer referente mapuche, que hace parte de su léxico reivindicativo la palabra autonomía.

De la entrevista a Domingo Marileo podemos deducir que cuando Admapu habla de autonomía territorial, no esta propiciando necesariamente una separación territorial de los mapuche al estilo de un estado-nación autodeterminado. Por el contrario, la reivindicación territorial en la idea de autonomía de Admapu es,

...una forma de organizarse para un mejor desarrollo del propio Estado nacional. Porque este pueblo [mapuche] tiene su propia cultura, sus propias manifestaciones e intereses, y necesita, por lo tanto, de un espacio territorial para desarrollarse como pueblo, donde podamos hablar nuestro idioma, crear nuestra arte en paz y libertad, transmitir la historia de nuestro pueblo, su cosmovisión. Esta es una necesidad casi biológica del hombre y la mujer mapuche. Necesitamos de un espacio territorial y del aporte económico del Estado, del que formamos parte, al cual el pueblo mapuche también le aporta(35).

Así, la demanda de Admapu es, que la nación mapuche controle un territorio para permitir el desarrollo de la cultura mapuche. Ese territorio podría o no tomar la forma administrativa de un "Estado dentro de un Estado nacional(36)." Sin embargo, lo relevante en él es que la participación política y la representación de los mapuche quede garantizada.
Respecto a participación y representación política mapuche, el dirigente de Admapu ve como necesario que los mapuche participen del poder político, como una forma de asegurar se produzcan cambios legislativos favorables a los mapuche. La formula que Admapu habría establecido para influir en la creación de políticas favorables hacia los mapuche, consiste en exigir una cuota de representación al estado-nación, en todos los poderes e instituciones del estado-nación. Así, "Si los mapuche somos un diez por ciento de la población [de Chile], lo lógico es que los organismos del Estado acojan una participación equitativa a lo que somos(37)." En otras palabras, los mapuche debieran tener garantizada una representación del 10% en el Gobierno y Parlamento de Chile, poder judicial, FF.AA., y Gobiernos regionales. Los mecanismos mediante el cuál los mapuche eligirían a sus representantes para completar ese diez por ciento de representación, no parecen estar definidos. Aunque dicho dirigente insinúa que la democracia podría ser el principio que operaría en la eventualidad.

Para Admapu, entonces, la formula enunciada pasa a ser su mejor concepción de participación real. Obviamente esa participación requiere la antesala de una reforma de la Constitución política de Chile. La Constitución estado-nación debería reconocer la multinacionalidad que caracteriza a Chile. En consecuencia, el estado-nación debe reconocer que Chile no es una nación, sino varias. "Los legisladores no pueden encerrarse en una sola forma de concebir la sociedad chilena(38)."

En relación a la fuerza política que actuará como promotora del cambio, Admapu sigue creyendo que los partidos chilenos pueden ser un elemento de liberación nacional. En particular, Admapu favorece una dependencia del movimiento mapuche hacia los partidos chilenos de izquierda. Admapu ve en los partidos de izquierda --específicamente en el Partido Comunista de Chile-- a un agente estado-nación solidario de las luchas de los oprimidos. Pero según Admapu, no se trata de una relación incondicional de los mapuche a los partidos estado-nación, sino de favorecer que estos tomen las demandas mapuche y respeten las estructuras que los mapuche se planteen. Lo anterior,

... no es contradictorio con que el día de mañana este pueblo decida crear su propia estructura comunista, bajo sus mismos principios... En algunas personas está la idea. Lo que debe ver es si están maduras las condiciones para desarrollar esa idea y los componentes de este. Yo [Domingo Marileo] creo que eso implica un grado de conciencia muy alto de los mapuche y del propio Partido Comunista chileno. Pero jamás puede servir como una acción de paralelismo o de contradicción con el Partido Comunista. Debe ser una reivindicación que abracen todos los comunistas, estén en Temuco o en Iquique, sean o no mapuches. Entenderlo como la mejor forma de organización para avanzar en la liberación de las clases y los pueblos oprimidos. Yo no tengo temor a esta idea(39)."


2. Semejanzas y diferencias
2. 1. Acerca de los destinatarios

Las propuestas de autonomía sintetizadas en los puntos anteriores, no comparten un mismo destinatario. Dos de ellas, la de AWNg y la de Admapu, están dirigidas a los mapuche exclusivamente. La propuesta de Cedm-Liwen, en cambio, tiene dos destinatarios que sólo en una mínima parte se confunden actualmente: los mapuche a nivel nacional --estén o no en la región de la Araucanía-- y el conjunto de la población de la Araucanía --sea o no mapuche.

2. 2. Acerca del territorio

La demanda de un territorio donde crear condiciones favorables a la preservación y desarrollo de la nación y cultura mapuche, esta en las tres propuestas. No obstante, sólo en la propuesta de Cedm-Liwen ese territorio aparece claramente definido: la región de La Araucanía. En la propuesta de AWNg no se establecen delimitaciones claras. Así, AWNg habla de territorio del Biobio al sur, sin que el sur parezca tener fin. Puedo suponer, en todo caso, que ese sur no va más alla del límite sur de la región de Los Lagos, si se considera que nunca hubo presencia mapuche al sur de Chiloé (al menos en lo que respecta al territorio actualmente de Chile). En el caso de Admapu, la demanda territorial no es una aspiración definida. Por esta razón, Admapu algunas veces relaciona territorio con "reducciones" y otras territorio con un espacio --histórico-- mayor, igualmente no delimitado(40). Quizá, lo más sorprendente de la propuesta de Admapu, es que no hay una relación directa entre su demanda por compartir el poder político en cuotas étnicas y territorio. De otra forma, la idea de repartir el poder no necesita de un territorio específico donde materializarse, sino toma en consideración el territorio de Chile en su conjunto (con su actual división político-territorial-administrativa).

2. 3. Acerca de descentralización

Otro aspecto símil, entre las propuestas autonomistas, es el hecho que todas --más o menos-- promueven una reforma al centralismo estado-nación. Esa reforma se inclina en sentido de favorecer una descentralización político-administrativa, que ofrezca mayor participación política a los mapuche. Pero los modelos de descentralización que promueven no son del mismo orden. Así, Cedm-Liwen pone énfasis en modificar (reformar) el concepto de administración de gobierno centralista en el ámbito de La Araucanía --descentralización política-- y no la división administrativa territorial con sus regiones ya hechas. La propuesta de Admapu, mientras tanto, ni modifica la división administrativa territorial ni política de Chile. El único interés de Admapu es que esa administración política le habrá un cupo del 10% a los mapuche, para que estos se consideren representados y se de por respetada la diversidad nacional o étnica. AWNg, de otra parte, es indeciso en su proposición. De una parte plantea un nuevo ordenamiento territorial con la construcción de una supra región mapuche, y de otra, postula para esa supra región un nuevo ordenamiento político. Ese ordenamiento político tiene dos variantes. El co-gobierno, que resuelve en la forma el problema de una administración política centralista(41), invistiendo dos autoridades del mismo poder y dejando en el fondo inalterable el centralismo mismo. Y el gobierno paralelo, que si bien supone la misma reforma administrativa y política anterior, enfatiza la idea de repliegue en el grupo. En otras palabras, promueve la idea de sociedades con desarrollo diferente y separado en un mismo territorio. Nuevamente aquí el principio de la centralización no aparece superado claramente.

2. 4. Acerca de la democracia

La totalidad de las propuestas parecen estar ubicadas en sentido opuesto a la designación de autoridades de gobierno (Intendentes) por facultad presidencial. En este sentido, fomentan una participación popular en la generación de esas autoridades. Sin embargo, el principio democrático queda despejado sólo en las propuestas de Cedm-Liwen y --medianamente-- Admapu. Cedm-Liwen propone la adopción, para esa región autónoma, de un sistema electoral proporcional. Admapu no propone nada, a no ser indicar que las autoridades que cubran los cupos del 10% correspondientes a los mapuche, deben corresponder a personas elegidas democráticamente(42). AWNg deja en el limbo este aspecto de la designación de la autoridad mapuche. Es posible suponer, como se deduce de la cita que a continuación expondré y de la inclinación de AWNg a recrear una estructura tradicional, que ellos favorecerían una designación por mecanismos no democráticos.

Las elecciones aparte de ser hechos relevantes de decisiones del futuro de un país son propias de sociedades en descomposición, de culturas rivalizadas, de sociedades estratificadas, que se disputan el poder para ejercer dominio e imponer concepciones e intereses de un grupo sobre otro o de su mismo pueblo. Las elecciones mediante el voto competitivo son ajenas a la esencia cultural mapuche(43).

2. 5. Acerca de la organización

En materia, fuerza política para el cambio, todos ven como necesario contar con una organización política que ayude a conducir y transitar el camino hacia el objetivo que se plantean. Pero aquí existen grandes diferencias entre las tres propuestas. Dos de ellas, Cedm-Liwen y AWNg, hacen explicito la condición de que esa fuerza política sea independiente de cualquier referente político estado-nación. Mientras que Admapu no cree en esa condición, pues ellos visualizan al Partido Comunista de Chile como un instrumento de liberación de los "pueblos oprimidos" y de las "clases oprimidas."

De otra parte, AWNg se reivindica de la tradición para legitimarse como organización, mientras Cedm-Liwen y Admapu transitan por parámetros no tradicionalistas y una concepción de fuerza más actual. En razón de su reivindicación de la tradición, AWNg proclama haber recogido (reflotado) una forma histórica (anciana) de organización. Sin embargo, y aunque AWNg aparece dirigido por un Consejo de Longko y otras "autoridades" tradicionales como las machi, el poder de decisión real está en los werken y en particular --y de manera extremadamente personalizada-- en su "Werken Internacional" Aucan Huilcaman. El grupo de werken, promovidos igualmente al rango de "autoridades tradicionales," está compuesto principalmente por jóvenes campesinos urbanizados o directamente citadinos, renovándose por cooptación.

Finalmente, AWNg y Admapu tienen una visión de la fuerza con un fuerte sesgo campesinista(44), en tanto que Cedm-Liwen le da un sentido más general (entendiendo lo mapuche como una realidad urbano-campesino) y pluriétnica (a la propuesta de Cedm-Liwen es posible adscribirse por condición étnica, así como por simpatías político-ideológica) a su concepción de fuerza.

3. Evaluación: ventajas y desventajas

3. 1. Sobre los destinatarios

La propuesta de Cedm-Liwen es para toda la sociedad regional (IX región), y aún cuando pone el acento en el carácter mapuche de la región y en la obtención de medidas especificas(45) en favor de la población mapuche, no polariza la sociedad regional. En otras palabras, no la arrastra a un conflicto nacionalitario de dimensiones imprevistas. Cedm-Liwen busca crear condiciones locales para una relación más armónica entre las etnias que cohabitan La Araucanía o mapuchemapu(46): mapuche y chilenos. En este sentido, la propuesta de Cedm-Liwen es una propuesta de Región Autónoma mapuche pluriétnica. Su objetivo es modificar la relación que existe actualmente entre el estado-nación chileno y la nación mapuche: relación de dominación/subordinación. Cedm-Liwen, busca crear condiciones para que esa relación de dominación-imposición vertical, se trasforme en una relación horizontal de libre integración con respeto a las diferencias.

La propuestas de AWNg va dirigida a los mapuche --específicamente a los mapuche campesinos-- y divide la sociedad --en el territorio que reivindican-- en dos grupos de intereses particulares: chilenos y mapuche. Las condiciones para el desarrollo de un conflicto más agudo quedan así dadas. Las autoridades políticas pueden operar en distintas direcciones sobre el espacio que ambos reconocen como su soberanía, y en sentido antagónico. No queda claro sí, la autoridad con jurisdicción sobre los mapuche, tendrá sólo competencia en las tierras que conservan los mapuche o en el territorio global. De ser lo primero, a los mapuche se les condena a quedar encerrados en las reducciones per se, pues nada permite pensar que los chilenos estarían dispuestos a cederles más tierras. Por el contrario, la tendencia histórica ha sido a quitarle la tierra a los "Indios(47)." Y en caso de ser lo segundo, el conflicto toma dimensiones de antagonismo mucho más inmediata pues las contradicciones serán más evidentes al operar sobre el mismo escenario con diferentes intereses(48).

La propuesta de Admapu también va dirigida a una audiencia mapuche, aunque realmente incumbe a toda la población de Chile, sin distinciones. Ella no crea un antagonismo tan pronunciado como en el caso del AWNg. Al poner énfasis en lo nacional de la demanda (Gobierno y Parlamento de Chile, poder judicial, FF.AA., y Gobiernos regionales) Admapu olvida que la cuestión mapuche es un asunto geográficamente localizado. Y por tanto, que la cuestión mapuche es un asunto que compete resolver a la población en esas áreas geográficas antes que a la población global de Chile en su conjunto.

3. 2. Sobre el territorio

Ya he señalado que la única propuesta que define territorio con nitidez es la de Cedm-Liwen. De la misma forma he establecido que el territorio reclamado por AWNg es ambiguo. Finalmente he argumentado que no existe una correspondencia entre el planteamiento autonomía territorial de Admapu y su demanda política de cuota de representación en los poderes del estado-nación. Respecto a esta última proposición es conveniente recordar que los mapuche en la actualidad no tienen una fuerte relación con territorios ubicados en el extremo Norte y Sur de Chile(49). Es más, con la expansión Inca y luego la colonización Europea, el territorio mapuche se comprimió no sólo fisicamente sino en la psique mapuche. Hoy es comúnmente aceptado por la propia población mapuche, que la Ñukemapu(50) comienza por el norte en el río Biobio (Futalewfu) y bien podría terminar en Chiloé (Chilwe)(51)--si se trata de extenderlo-- o en el río Cruces próximo a Valdivia --si se trata de reducirlo.

Con la información del censo de 1992 en la mano, los habitantes de la I, II, III, IV, V, VI, VII, XI, y XII regiones podrían cuestionar la propuesta de Admapu. En esas regiones la presencia mapuche no alcanza el 1O% del total de la población regional. ¿Por qué deberían ceder, entonces, una representación político-administrativa del 10%? Admapu podría proponer eso, en regiones donde la población mapuche si alcanza el 10%, como son los casos de la VIII, X y Metropolitana. Pero, entonces, ¿por qué no pedir más en la IX región donde los mapuche son el 26%? Como se aprecia, no es fácil hacer una relación entre territorio en concreto y demanda política de cuota de representatividad como lo postula Admapu.

El tratamiento de la cuestión mapuche como una cuestión meramente de cifras a repartir, condena a los mapuche a ser una minoría extra territorial per se. Los mapuche nunca podrán superar la condición de "minoría" en la propuesta de Admapu(52), y por tanto serán sujetos del deseo y voluntad de la "mayoría" en forma permanente. De otra parte, la tarea de convencer a la mayor parte de la población del país(53), en orden a permitir el control mapuche del 10% del aparato político-administrativo del estado-nación, parece menos probable que convencer a los habitantes de la IX región(54) (como lo sugiere Cedm-Liwen). Es cierto que todas las propuestas no son más que posibilidades, pero el que una posibilidad se vuelva realidad esta relacionada con su capacidad de aplicabilidad y sumar voluntades. Cuando las metas son demasiado altas, esa posibilidad se condena a no ser nunca nada más que una posibilidad. Allí pueden originarse frustraciones futuras insalvables para el movimiento mapuche. Ver el problema mapuche como un problema localizado en una parte específica del país, tiene más ventajas que tratar de "abarcar mucho y apretar poco," como dice un conocido refrán en Chile. En otras palabras, la territorialidad de la lucha política debe ser bien dimencionada antes que mera retórica.

3. 3. Sobre la descentralización

La condición de minoría de los mapuche en relación a la población total de Chile(55), se relativiza en una IX región autónoma como lo sugiere Cedm-Liwen. En esas condiciones, los mapuche --de acuerdo a las estadísticas censales más recientes-- son el 26% del total de población de la región. El peso sociológico y político de una población de 26% es obviamente mayor que el que podría ejercer una población en condición de ser 10%. La posibilidad de empujar cambios en la dirección que la población mapuche desea y aspira, son mayores. Una población del 26% representa en el ámbito de una región autónoma, un electorado al cual no se puede ignorar. La descentralización profundizada como lo sugiere Cedm-Liwen, representa una posibilidad de frenar la emigración mapuche, que ha dado origen y alimenta lo que algunos intelectuales mapuche han llamado "la diáspora(56)." Diáspora que ha vaciado de población mapuche a la Araucanía. Al constituir una fuerza electoral importante, los mapuche podrán poner condiciones al desarrollo regional, fomentando medidas que favorezcan cortar el éxodo de recursos regionales, promover su inversión en la región, y favorecer la contratación de mano de obra local.

En las descentralizaciones propuestas por AWNg y Admapu (políticas o administrativas) la situación de minoría de los mapuche no cambia, sino se profundiza. En ambas propuestas existe el peligro de que los mapuche nunca lleguen a tener un peso político importante. En una supra región, como lo sugiere AWNg, y considerando hipotéticamente ésta como la suma de las actuales VIII, IX y X regiones, los mapuche sólo representarían el 13.6%. Esto es, estarían apenas sobre el porcentaje medio del 9.6% nacional. En el caso de Admapu, se condena a los mapuche a una cuota de representación del 10%, que hace de los mapuche una minoría con escasa posibilidades de influir en las propias materias que importan a su deseo de perpetuarse. Ellos siempre serán minoría y en el juego democrático de las mayorías-minorías, no tienen como mejorar su suerte. Tal vez sea bueno recordar, que en las condiciones actuales de la diáspora mapuche, la ecuación a mayor control territorial mayor influencia política, no se corresponde con la realidad. Por el contrario, a mayor territorio, menos relevancia política de los mapuche. En otras palabras, en la actualidad, hay una relación inversamente proporcional territorio-relevancia política, y los mapuche no pueden pasar ésto por alto.

3. 4. Sobre la democracia

Con la excepción de CEDM- Liwen, al parecer, los restantes protagonistas de estas propuestas autonomistas, no han pensado en la democracia y su importancia como principio capaz de llevar a buen termino sus propuestas. AWNg se inclina por una organización que presenta como tradicional, pero no ésta claro que ese tipo de retorno a un pasado hipotético cuente con respaldo en la población mapuche y sea realmente efectivo como instancia de administración (el clientelismo originado por la CONADI habla en sentido contrario y se ha vuelto la peor barrera para el desarrollo de la organización AWNg). De otra parte, Admapu sólo habla de democracia en general, sin hacer referencia al hecho de que la democracia post dictadura, es una democracia elaborada por la dictadura para favorecer a la minoría de derecha. Esto no esta muy de acuerdo con la postura del PC, que a quedado al margen de la política en Chile gracias a esa democracia. El Partido Comunista tiene, por lo tanto, una fuerte crítica a esa democracia, que al parecer Admapu (en boca de su dirigente Domingo marileo) simplemente no ha pensado con detención.

3. 5. Sobre la organización

Dos de las tres demandas de autonomía han sido explicitas en señalar que la dependencia política del movimiento mapuche hacia las instituciones estado-nación son nefastas para un proyecto de liberación étnica. Sin embargo Admapu continúa esa dependencia. Admapu aún cree que la solución a La cuestión mapuche debe venir de los propios chilenos que han creado el problema. Es por esta razón, que Admapu no se hace problemas a la hora de dejar en manos chilenas la iniciativa de resolver la cuestión mapuche. Admapu a probado con esta postura, que no ha sido capaz de leer e interpretar la experiencia del derrumbe socialista y el estallido de las luchas nacionalitarias en la ex URSS(57). Admapu muestra así, que contra toda evidencia, ellos favorecen esa dependencia de los partidos políticos chilenos. Admapu parece no importarle que aún cuando de izquierda y con un discurso progresista, los partidos políticos chilenos son y serán siempre chilenos, y en consecuencia reproductores de la cultura de dominación estado-nación(58).

Parte 2

Por Mariman, J

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2025-02-02

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